Fernando Savore: “Por el aumento de las tarifas, muchos comercios van a quedar en el camino”

El referente nacional almacenero explicó en una amplia entrevista con No Ficción las consecuencias de la inflación en los sectores más perjudicados de la economía.

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Fernando Savore tiene un autoservicio en Haedo y es uno de los máximos referentes mercantil de la provincia de Buenos Aires y del país. Es el presidente de la Federación de Almaceneros bonaerense (FABA) y el vicepresidente de la Confederación General Almacenera Nacional. Le sobran razones para ser una voz calificada y hablar de cómo impacta la inflación en los comerciantes, pero sobre todo en el bolsillo de los vecinos.

En una cordial y extensa charla con No Ficción se explayó alertó sobre su mayor preocupación: las nuevas segmentaciones en las facturas de servicios, que los negocios no podrán absorber y se trasladarán a los precios “haciendo casi imposible consumir productos de primera necesidad como lácteos, aceites y otros indispensables en la mesa de todos los argentinos”.

Para dimensionar esta preocupación Savore recuerda que en sus inicios, cuando empezó a trabajar con su papá, a los 22 años, éste le decía que “tenía que marginar con un 12%, es decir que con ese margen bastaba para poder progresar, comprar mi casa, mi camioneta”. Sin embargo, a lo largo del tiempo “fueron tantos los impuestos que se agregaron que hoy el costo operativo de un autoservicio como el mío de 100 metros cuadrados está en un 17% y no podemos marginar menos del 25%”.

Con gran preocupación, el dirigente plantea: “Es evidente que los costos son variables y hoy estamos enfrentando la incertidumbre de la quita de subsidios a la energía eléctrica porque nosotros la necesitamos para refrigerar los productos. Se nos comenta que va a haber un aumento del 25% e inevitablemente muchos comercios van a quedar en el camino. Yo estoy pagando actualmente $15.000 mensual, pero tendría que pagar más de $40.000 en caso de verificarse este aumento en la realidad”.

Savore explica que el único camino que les queda a los comerciantes minoristas es incrementar el valor de las mercaderías, cuando ya están “caminando en un límite muy fino porque la gente ya no te compra”. Y afirma que “estar a la altura de la competencia es no pasarnos de ese límite”.

Hay que tener en cuenta que los valores del costo energético no son los mismos en AMBA que fuera de esta zona. Incluso, en las provincias son mucho más elevados. La realidad es que es inevitable pasarlo a costos. “Por eso –continúa- digo que estamos en la incertidumbre para ver cuál va a ser el aumento cuando nos lleguen las facturas”.

Al ser consultado acerca de la distribución de los productos y el comportamiento de los mayoristas, Savore grafica: “Yo vengo de almaceneros de herencia. En aquel tiempo las empresas de productos nacionales eran emblemáticas y el corredor tomaba el pedido y a los 4 días lo bajaba. Era boleta contra boleta, o sea, con 7 días de plazo de pago”.

Pero los años pasaron y la economía se concentró cada vez más. Los monopolios crecieron y los comerciantes quedaron en desigualdad de condiciones. Al respecto, Savore afirma que los mayoristas vinieron con la promesa que iban a ser estratégicos, mediando entre los grandes y los pequeños comercios. Todos los comerciantes tuvieron que comprar camionetas inclusive. Fue de tal magnitud el cambio que, hoy exceptuando gaseosas, lácteos y cervezas, el 80% de las mercaderías la adquieren a través de mayoristas, agregando un eslabón a la cadena de distribución.

Por si fuera poco, el presidente de FABA relata que “los mayoristas decidieron vender al público cambiando el formato comercial inicial, asemejándose cada vez más a un hipermercado. Evaluamos que hoy ya no es un porcentaje pequeño de rentabilidad que agregan, sino que estaría en el orden de 4/5 puntos más y el consumidor final lo paga. Pero nosotros estamos siendo perjudicados en varios sentidos: se quedan con la cartera de clientes, compiten con nuestra rentabilidad y nos suben los costos de la mercadería”.

El problema del aceite y el azúcar

Para ejemplificar, menciona un caso que lo tiene a mal traer por estos días: “Estamos ante un problema grave con el aceite de girasol, el mayorista escasamente puede venderte dos cajas y el capital de aceite está en nuestras góndolas. El aceite duplicó el costo casi al 100% del valor que tenía”. Desde la Confederación reaccionaron rápidamente y enviaron una nota al secretario de Comercio, Matías Tombolini, pidiéndole una reunión para expresarle esta preocupación.

Savore señala que en la cadena de formación de precios del aceite hay tres responsables: el productor, el mayorista, y los comerciantes. “Lamentablemente, nosotros somos los que ponemos la cara mientras que la empresa aceitera dijo que ellos no habían aumentado”, añade.

El azúcar también duplicó el valor en menos de 50 días. “Queremos saber quiénes son los que especulan con los precios de la mercadería. Quiénes son los que crean el fantasma de que va a haber faltantes para luego producir aumentos injustificables como en el caso del café o del papel higiénico y servilletas de papel”.

Al ser consultado por el comportamiento de los consumidores ante estas subas, el almacenero sostiene que las familias no pueden organizar los gastos quincenales o mensuales ya que le cambian la realidad día a día. Ellos, que ponen la cara, advierten mal humor del cliente porque “el ama de casa y la señora que trabaja posee una gran memoria y retiene los precios y uno inevitablemente no deja de ver el enojo. Porque es una realidad que al momento de elegir entre gastar en un par de zapatillas que puede posponerse, el rubro de la alimentación no puede posponerse”.

“No puede ser que estos 6 o 7 monopolios, que son los dueños de la comida de los argentinos, se queden con lo que le corresponde a nuestro pueblo. Argentina es uno de los países más rentables para los monopolios siguen ganando plata y si hay algo que no comprendo es por qué el Estado no puede regular en el sentido de consensuar, poder acordar los aumentos. Yo siento que tenemos un auto que viene a 150 km por hora y no vamos a poder bajar la inercia de un momento a otro”, se queja y agrega que “si en otros países siguen ganando plata no veo por qué no pueden acordar los nuevos aumentos y en eso debería trabajar la Secretaria de Comercio”.

“Uno trata de ser optimista. Cuando recorres el país ves que tenemos todos los climas, la industria minera, naval, pesquera, litio, petróleo y solamente necesitamos que nuestros gobernantes dejen de pelear y que empiecen a conducirnos. Que vean que sabemos aguantar, que somos solidarios. Muchos clientes están enojados y comenzaron a descreer no solo de los gobernantes de turno, sino de la política y eso no es bueno”, concluye.

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