Vidas pasadas y terapias alternativas: Cintia Gesualdo y la posibilidad de sanar a través de la mediumnidad

En esta extensa entrevista, la terapeuta holística de Ramos Mejía contó cómo desarrolló la capacidad de comunicarse con los muertos y la importancia de ser ser el medio-canal de ambos mundos.

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No Ficción Entrevistas se mete en un submundo poco explorado: el de los muertos, la mediumnidad, las vidas pasadas y una amplia gama de terapias alternativas a las que cada vez más personas acuden cuando se trata de aprender, trascender y de sanar el ser. La médium Cintia Gesualdo, a cargo del Centro Holístico Flor de Loto, situado en pleno centro de Ramos Mejía, nos contó desde cuándo desarrolló esta capacidad, quiénes pueden llevarla adelante y cómo acompaña ese proceso.

– Hacés tantas cosas que no sé cómo presentarte…

– Soy terapeuta holística, soy médium. Hago un montón de terapias, tengo una página que es un centro holístico, una academia holística, donde la gente va para aprender a desarrollar la parte espiritual. Tenemos un cuerpo, una mente y un alma; y trabajamos lo que es la mente y el alma. Trabajamos las emociones. Pero bueno, ¿qué es ser médium? Es poder comunicarse con los espíritus. Cuando trascendemos somos un espíritu y los espíritus quedan, o sea, el cuerpo se muere pero el espíritu sigue vivo. A muchos les pasa que ven espíritus o que entran en un lugar y sienten la presencia de algún ser querido, de la abuelita, de la madre, del padre, no sé… Entonces, estamos nosotros los médium para poder ser ese medio-canal y conectarlos desde el amor, y lo que quieren comunicar. 

– Lo decís tan natural… pero no lo es… 

– Sí, es que yo lo veo como algo tan normal y cotidiano que lo hablo así, natural, porque realmente es así. Lo que pasa es que con las religiones, las creencias limitantes y todo los miedos que nos van metiendo desde chiquitos, es como que nos generaron temor a hablar con espíritus, pero en realidad era tu mamá, tu papá, tu abuelo…

– ¿Cómo es ese hablar con el espíritu? 

– Es conectar desde el sentir. Te cuento una experiencia muy reciente, que fue el día domingo. Me despierto a las 3 de la mañana y siento un espíritu que se quiere comunicar con su ex mujer. Dije: “yo los domingos no trabajo… no me jodas”. Pero bueno, me dice: “necesito hablar con mi ex mujer, con la mamá de mi hijo”. Ok, la llamo, la conecto porque es una chica que ya había hecho una sesión y le digo, mirá quiere hablar con vos otra vez. Fue increíble. Él me empieza a transmitir, lo empiezo a sentir, empieza a hablarme y a decirme que le diga a ella que no era el camino el que estaba eligiendo y que no lo hiciera. Entonces le transmito esto, cuestión que yo ya me había dado cuenta que era, pero no se lo podía decir directamente. Y ella me dice: “es cierto, me quiero suicidar. Ya hice todo o planifiqué todo para poder suicidarme”. Me quedé en shock. Le transmití todo lo que él le quería decir, muchas cosas, vivencias que tuvieron y los motivos por los cuales no tenía que hacerlo. Fue increíble porque después ella se puso a llorar, me súper agradeció por la conexión y que si no hubiese sido por eso, quizás hubiese tomado la decisión. 

– ¿Cómo sería esa presentación del espíritu?

– Cuando hacemos una sesión es porque la persona necesita conectarse con su ser querido. Me escriben en Instagram y me dicen: “quiero hablar con, no sé, mi abuelo”. Perfecto, ponemos un día, una hora, lo podemos hacer por videollamada o lo hacemos acá en el consultorio. Le pregunto con quién quiere hablar y pido comunicarme con esa persona. Empiezo a decirle, “bueno, mirá, veo a tu abuelo, que es así, así, así”. Empiezo a dar pruebas, porque a veces puede venir otro espíritu que vio luz y entró. O incluso puede ser de un familiar nuestro, de los médiums. Ahí le describo que veo un hombre de tal manera y le digo “este es tu abuelo”. Me refieren que “sí”. Y ahí le pregunto al abuelo, “¿qué es lo que le querés decir?”. Es como que somos ese medio de comunicación entre dimensiones, por decirlo de alguna manera. 

– ¿Cómo se relaciona esto con vidas pasadas?

– Vidas pasadas es otra cosa. Todos tenemos un alma y justamente venimos de otras vidas, venimos reencarnando de una vida tras otra. Nuestra alma tiene un origen mucho más lejano del que creemos. También es una práctica muy linda que la utilizamos mucho para las personas, por ejemplo, que tienen algún dolor crónico y no saben de qué. Van al médico por un dolor, se hacen tomografía, resonancia y no sale nada. Pero es como que siempre lo tienen ahí como si fuese un flechazo clavado. Bueno, entonces buscan a un terapeuta que haga vidas pasadas, para que regresen a esa vida pasada. Capaz que cuando yo le estoy haciendo la regresión, van a esa vida del origen de ese dolor y, no sé, fue que alguien le atravesó un cuchillo ahí entonces se sana esa situación. Después de un tiempo deja de dolerle. 

– ¿Cómo te surgió esto? ¿Cualquiera lo puede hacer? 

– Todos tenemos la capacidad, todos nacemos con esa capacidad de poder transmitir los mensajes o de poder conectar. Todos tenemos nuestros guías, nuestros seres queridos que ya trascendieron y tenemos la capacidad de poder conectar con ellos. Así que sí, todos lo podemos hacer. Lo que pasa es que algunos estamos más desarrollados que otros; somos más conscientes de esta habilidad, pero es una capacidad del ser humano innata la mediumnidad. 

– ¿Hay veces que el espíritu no quiere hablar? 

– La verdad es que no sucede eso. Puede suceder que de repente una persona quiere hablar con el abuelo y viene la madre. “No, pero no quiero hablar con mi mamá”, me dicen. Bueno, pero tu mamá necesita comunicarse con vos y te dice esto… Y le empezás a contar y entonces te dicen “¡guau!”. O sea, no era lo que esperaba, pero es lo que la persona necesitaba para su evolución. 

– Todo esto me hace acordar a la película Sexto Sentido… 

– Sí, veo gente muerta (risas). Siempre me pasó. La verdad es que mucho no me acuerdo de la película, pero creo que él estaba muerto, perdón que estoy spoileando el final. Es así. Los chicos son mucho más perceptivos, porque no tienen esos miedos que nos metieron desde la religión, la sociedad, la gente en sí. Porque hay muchos que capaz me mandan un mensaje y me dicen “eso es del diablo, es de Satanás”. Pero la verdad es que no tiene que ver con la religión, tiene que ver con confiar y saber que no estamos solos. Y saber que el espíritu no muere, que es lo que nos hicieron creer: que el espíritu muere y que ahí la vida se termina después de la muerte. Pero acá en esta parte del mundo, la muerte está tan mal catalogada, como que es algo malo y ahí se termina todo. No se termina todo, sigue y por eso después seguimos con las vidas pasadas…

– ¿Cómo te surgió a vos esto?

– Me surgió desde chiquita así como al nene de Sexto Sentido. Más o menos a los 10 años le dije a mi mamá que veía espíritus. Me dijo que ella también, pero que no quería saber nada del tema porque le daba mucho miedo. Resulta que nosotros venimos de familia de espíritas: mi abuela, mi bisabuela. Bueno, mamá cortó con todo eso porque no quería saber nada y se metió de monja, hasta que mi papá la rescató sino, yo no estaría acá. Creo que del miedo que le tenía a todo esto. Y acá, la rebelde empezó a decir: “yo no quiero ser espírita, no quiero irme por esa rama de la mediumnidad” y lo dejé ahí. Después pasó el tiempo, en la adolescencia uno está en otra cosa y casi ni los ves, hasta que de más grande volví. Sobre todo después de que falleció mi mamá. En realidad los vi siempre, pero después de que falleció mi mamá empecé con el tema de que estamos acá para algo más: esto de levantarme a la mañana; ir a trabajar; hacer la comida; volver a acostarme; mirar la tele; y dormir… sentía que había algo más y empecé a estudiar Reiki, registros akashicos, canalización y un montón de terapias; y ahí es que surgió Flor de Loto y empezamos a dar cursos de “rito del útero”, sanaciones chamánicas, sanaciones ancestrales; esto del empacho, el ojeo, la culebrilla y empezamos a dar cursos de eso con una amiga. Lo había tomado como un hobby porque yo tenía mi trabajo aparte, hasta que al volver a estudiar, es como que tu wifi se conecta directamente con la fuente. 

– Ahí decidiste dedicarte más…

– Claro, empecé a saber mucho más y dije “o me vuelvo loca y termino internada en un psiquiátrico con el chaleco o alguien me ayuda”. Ahí conozco una persona, un médium argentino que se llama Leo y lo que hizo fue ordenarme la mediumnidad. Me dijo esto es así y este sería como el camino. Perfecto todo y seguí con mi vida normal. O lo normal que yo creía que era, hasta que una noche sentí algo que me despertó y me dijeron “querida, todo bien con lo que aprendiste, pero no sos la única y hay mucha gente que también necesita esto”… de ayudarlos a que entiendan la mediumnidad. Y ya van más de 2.000 personas que hicieron el curso conmigo que los ayuda a desarrollar la mediumnidad y a que pierdan el miedo, que en realidad somos ese medio-canal para poder conectar las almas.

– ¿Son personas que luego hacen lo mismo que vos?

– Hacen lo mismo que hago yo. Son personas que de repente a la noche sentían que les hablaban o que los tocan y te das vuelta y no hay nada. Tengo muchos que son médicos y están como muy relacionados con la muerte, por sus pacientes. Tengo médicos que están en terapia intensiva o que son oncólogos, entonces es como que ya saben hasta incluso cuando va a fallecer la persona. Entonces lo que hacen y me parece maravilloso es acompañar a esa persona porque sabemos que está en coma o en estado vegetativo, lo que sea, pero tiene el alma y está despierta, es consciente aunque uno lo vea y diga no, está todo intubado y ya está. Entonces les hablan, también conectan con sus familiares para que puedan transmitirle los mensajes y que no queden esos pendientes. Hacerles tomar conciencia de que en realidad ellos los escuchan.

– ¿Todos esos mensajes son de paz, de armonía? ¿hay de los otros, más oscuros? 

– La verdad que con eso no quiero trabajar. Para eso están otro tipo de religiones o lo que sea. Yo no pertenezco a ninguna religión, porque siento que no es necesario pertenecer a una para poder conectar con dios, por ponerle un nombre. Pero bueno debe haber religiones que sí, que les gusta conectarse con esas entidades. La verdad que yo no, ni mis alumnos tampoco. Nosotros somos ese medio-canal para poder conectar almas. Y son los familiares, los seres queridos…

– Pero no es que ese ser querido quiera hacer un daño porque le pasó algo malo…

– Justamente, muchas veces pasa que les pasó algo malo y nos buscan a nosotros para poder decirle a la familia que están bien, que ya pasó, lo que sea que les quiera transmitir. Hay gente que se suicida y que de repente como nosotros tuvimos una educación religiosa, te decían que el que se suicida se va al infierno. Primero, no creo en el infierno y segundo, no es así. Son personas que realmente vivieron un infierno acá y que tomaron esa decisión. Nosotros no somos quienes para juzgarlos. Poder conectar con ellos y decirles o transmitirles a sus seres queridos lo que pensaban. Incluso hay veces que dicen que lo sienten que no querían lastimarlos, pero bueno que esa era su decisión y que su tiempo había terminado acá. 

– ¿Ese tipo de mensajes son?

– Un mensaje malo jamás, porque en realidad cuando nosotros trascendemos es como que volvemos a casa. Esta vida nuestra es como ir al colegio, este es nuestro colegio: vinimos a aprender. Y cuando trascendemos nos vamos a casa, y en casa todo es amor, todo es luz, todo es lindo, todo está bien…

– ¿Para qué venimos entonces?

– Para aprender de las que nos mandamos en otras escuelas, en otras vidas.

– Hay un candidato a presidente que dice que se conecta con su mascota. ¿Es posible?

– No tenía idea, pero sí es posible. Se pueden comunicar con las mascotas.

– ¿Qué clase de espíritu es? ¿Está a nuestro mismo nivel?

– Creo que no, para mí que tienen mucho más amor y vienen a cumplir una misión espiritual con nosotros. Cuando hacemos esas sesiones, le podemos decir a las personas la misión que tuvo y para qué vino. Incluso tengo un grupo de búsqueda de mascotas, porque a veces se extravían y nos podemos conectar con la mascota para que nos muestre donde está y se lo expresamos al dueño. Y ya han encontrado un montón de mascotas.

– ¿Cómo tomas las denuncias de estafas en el rubro?

– Hay de todo. Como en la política, la religión, en profesiones como médicos. Está la gente que es honesta y quienes no. Me pasó dos veces que una mujer dice que había hecho una sesión con una médium y cuando terminó no se había quedado muy conforme. Cuando se puso a ver su propio Facebook, la mujer le había dicho todo los que había investigado de su perfil. No hay necesidad. Siempre le digo a mis alumnos. Ni siquiera tienen que agrandar ni alargar nada. Hay espíritus que quizá eran retraídos y no hablaban mucho en vida, tampoco vamos a pretender que nos hagan un cuento larguísimo. Seguramente van a ser escuetos y cortos en lo que van a decir. Y van a transmitir igual el mensaje porque a la otra persona le llega. Está lleno lamentablemente de estafas, pero creo que como en todos los rubros. Me pasó de alumnas que le han dicho que le pidieron una fortuna de dinero porque supuestamente tenían un trabajo hecho en la casa y que a los hijos les iba a pasar algo si no le daban x cantidad de plata. Y es gente muy conocida encima.

– En cuanto a la vidas pasadas… ¿se entrelazan los espíritus, entre una vida y otra?

– Sí, es fantástico porque cuando estás en una vida pasada quizá reconoces que tu mamá era tu hermana, o tu papá era tu hijo y ahí está lo que digo que las macanas que nos mandamos en otras vidas son las que venimos a sanar en esta escuela. Los invito a hacer una meditación de regresión a vidas pasadas donde vemos no solamente nuestro propósito, nuestra misión en esta vida. Te llevo mediante una meditación a ese espacio entre vidas: Antes de nacer, antes venir a este mundo y entre la última muerte que tuviste. Te llevo a que veas cuál es tu misión en esta vida, si conocías a tus padres, tus familiares, por qué lo elegís y te eligieron.

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