José María Sacco es conocido en la zona noroeste por ser el titular de los Martilleros y Corredores Públicos del Partido Judicial de General San Martín (CMCPSM), pero en la Provincia comenzó a tener presencia en 2014, cuando fue elegido como vicepresidente del Colegio de Martilleros Bonaerenses, cargo por el que fue reelegido tanto en 2018 como en mayo pasado.
En sus oficinas de la inmobiliaria Organización 25 de Mayo, de San Martín, el empresario recibió a No Ficción Entrevistas para conversar sobre la actualidad del sector en plena segunda ola del coronavirus y sus expectativas programas y créditos que pudiera presentar el gobierno nacional para dinamizar la economía. Según sus propias palabras, «la construcción moviliza todo».
– Acaba de ser reelegido por tercera vez en la Provincia de Buenos Aires, ¿lo sorprende?
– Esto pasa a ser un hecho sin precedentes en la historia de la institución, que con un consenso unánime de todos los presidentes de los colegios nos hayan confiado de vuelta la institución por dos años más, así que esto, aparte de un orgullo, es una obligación más para mejorar, dignificar y jerarquizar mucho más nuestra profesión. Y a la vez, de mejorar la parte previsional de los jubilados y pensionados que tenemos en nuestra caja de Previsión Social.
– ¿Cuáles son las expectativas para estos dos años que se vienen?
– Lo nuestro es el sector inmobiliario, que fue muy castigado los últimos 4 años. Creo que esta pandemia crea un poco de incertidumbre, pero nosotros no vamos a bajar los brazos, tenemos que tener fe que, pasada la pandemia, se puede reactivar un poco más el mercado inmobiliario.
– El Poder Ejecutivo lanzó distintas ayudas para sectores golpeados por la pandemia, como a los inquilinos. ¿El sector inmobiliario fue beneficiado?
– Somos un sector muy sensible, cualquiera se resfría y nosotros nos agarramos neumonía total. El tema está en que con este congelamiento de los precios en los alquileres, todo eso creó una desconfianza. Por ejemplo, si hablamos de las locaciones, hubo desconfianza de cómo iba a seguir. Con esta coyuntura no se puede pronosticar nada, hay una recesión muy importante en el mercado.
– Al DNU que frenaba desalojos, se le sumó a la nueva Ley de Alquileres, ¿Cómo impactó?
– El primer congelamiento lo acompañamos todos, pero después con todos los aumentos, porque aumentaba todo, menos el alquiler, entonces se creaba un malestar. El año pasado salió la Ley de Alquileres, que siempre decimos lo mismo, fue tan bien hecha que perjudicó a todos, tanto a propietarios como a locatarios y al sector inmobiliario. Entonces ahora estamos tratando con reuniones con distintos sectores del Poder Legislativo, no derogar la ley, pero que haya algunas pequeñas modificaciones, como por ejemplo para la duración de los contratos de alquiler, que no sea de tres años, no debe ser de más de dos años. Nosotros queremos incentivar la construcción de viviendas para alquilar, y presentamos propuestas para que la persona o la empresa que construye para alquilar se le dé por varios años un beneficio impositivo y con eso están obligados a alquilarlo por ocho o diez años, como pasó en Europa. Y le das un beneficio al que construye y al que alquila. Son proyectos que están en estudio. Ahora para los desarrolladores se creó un blanqueo impositivo para construcción de vivienda, para propiedades en pozo, y tenemos todo eso para reactivar un poco el mercado inmobiliario.
– ¿Los inquilinos se aferraron al DNU para no pagar aumentos?
– Distintas federaciones decían que había un montón de gente desocupada, que siete millones o nueve millones. Lo que podemos decir es que de acuerdo a nuestras estadísticas se acataron al congelamiento no más de un 20 por ciento. Fue más consensuado entre propietario e inquilino para llegar a un arreglo. Lo que queremos decir es que para un propietario tener una propiedad vacía es muy costoso. Si tenés un departamento vacío, tenés expensas, que están altísimas, tenés luz, gas, el municipal, Arba. Y el propietario no es tonto, sabe que la gente no puede pagar. Estamos seguros. Fue bien consensuado y después ahora que se terminó el congelamiento se están pactando los alquileres normalmente. No hay juicios ni nada por el estilo. Habrá algunos que no se ponen de acuerdo y pedirán la propiedad y habrá juicio. Pero no es el común denominador. Crearon una grieta entre propietarios, inquilinos e inmobiliarias. Tenemos fe de superar la pandemia y reactivar el mercado inmobiliario.
– Siempre se habla del argentino pensando en dólares, ahorrando en dólares, ¿piensa que el algún momento va a dejar de ser así?
– Y… es difícil. Es mentirnos a nosotros mismos. Se quiso intentar pero generaciones como las nuestras están dolarizadas. El peso nuestro es flojo, no lo quieren cruzando a la otra orilla del charco. Nuestra generación está totalmente dolarizada. Va a llevar tiempo. Tiene que haber confianza en el gobierno de turno.
– Recién comentaba sobre la Ley de blanqueo para incentivar el mercado, pero ¿hay otras políticas que incentivarían el mercado?
– Sería bueno la obtención de créditos blandos para la compra de viviendas o construir, que ya algo hay de eso. El tema es motorizar la construcción de viviendas. La construcción tiene alrededor de 120 gremios. Vos activas la construcción y se activa el país, se pone en marcha violentamente. Tenemos que superar este momento de pandemia.
– Este es un gobierno que tanto a nivel nacional como provincial inauguró su gestión en pandemia, ¿hubo diálogo previo? ¿ciertas expectativas?
– Yo creo que tenían las mejores intenciones de buscarle la vuelta a esto, pero bueno, tuvimos que cerrar todo en marzo. Nunca tuvimos un hecho inédito como este en todas las inmobiliarias, no podíamos mostrar propiedades, no podías administrarla, era un caos total. Y bueno, se perdió un año. Y ahora volvemos a restringir las visitas y la administración, y todo eso daña al mercado. Hubo una pequeña reactivación en este primer trimestre, de compra de viviendas. Que el dólar se quedó y esto nos ayudó. El argentino de por sí es una persona que quiere hacer cosas, que quiere vivir bien. El primer cuatrimestre, en abril, empezó un poquito a moverse. Bueno, ahora se vuelve restringir todo, y subió un poco el dólar y la gente espera, se sienta arriba del billete.
– ¿Sube el dólar y qué pasa en el mercado inmobiliario?
– Con el dólar que subió tanto el año pasado, se empezaron a reformar viviendas, en los barrios cerrados. Hubo un vientito. Eso porque estaba guardado y los 1.500 dólares que te costaba construir el metro cuadrado, ahora te salía 800 o 900 dólares, ¿y qué pasó? te activó un poco el mercado de la compra de terreno o para construir, tanto en la Provincia o en la costa, pero fue un viento. Lo mismo pasó para alquilar, que se alquiló para los que querían estar en un espacio verde y salir del cemento. Pero fue un vientito. Ahora está costando.
– ¿Cómo impacta al sector privado los Planes de Vivienda del Gobierno?
– La construcción moviliza todo. Habiendo créditos blandos y con estabilidad es fácil, pero no tiene que haber inflación. Con inflación, por más buena voluntad del gobierno de hacer viviendas, si no tenés una coyuntura económica firme y segura, pasa lo que está pasando.
– ¿Qué tipo de desarrollos son los que más buscan las familias?
– Los más vistos son los departamentos de 1 y 2 ambientes. Y es gente que va a comprar para ellos o como una inversión. Muchos compran en pozo y cuando se termina o lo venden o lo alquilan. Se hace más difícil la venta de departamentos terminados.
– ¿Se está hablando de comprar propiedades con criptomonedas?
– No, eso es muy novedoso para nosotros. Es muy pronto. No se sabe de dónde proviene el dinero, por eso por ahora no.