En medio de un profundo conflicto laboral, la ex Clínica Constituyentes de Morón reabrió con nuevos dueños

Ahora se llama Clínica “Santa Clara” e integra la red BASA del Grupo Olmos. Durante la reapertura hubo una protesta de los trabajadores de la ex clínica por salarios e indemnizaciones adeudadas. El municipio está mediando.

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La Constituyentes cerró oficialmente sus puertas el 1 de marzo de 2023. Pero tuvo varios años de agonía. De a poco, se fueron vaciando sus prestaciones y en el último tiempo dejó de funcionar la terapia intensiva y neonatología. Se empezaron a acumular salarios adeudados y los médicos comenzaron a irse uno a uno. El conflicto comenzó en el 2019 y en el 2022 las protestas llegaron a su momento más álgido. En el medio, pasó la pandemia del COVID.

Desde su fundación hace casi 40 años, la clínica estuvo en manos de la familia Piccinin. Y, hacia fines de 2023, quedó bajo la administración de Ramiro Britos y Luis Videla. Hasta hace pocos días la nueva gestión quedó a cargo del Grupo Olmos.

“Ibamos a cuidar la clínica”

Sandra Miranda trabajó casi 30 años en la clínica como mucama de piso y de terapia intensiva. Al día de hoy le deben tres años de parte de su salario. En el 2022, ella y el resto de los trabajadores, empezaron a notar que las cosas no iban bien. “Nos dimos cuenta porque no nos daban más recibos de sueldo y no nos pagaban el salario entero. El último recibo que tengo es de junio de 2022. Después ya no nos dieron más”. Entre esa fecha y septiembre del año pasado Sandra siguió yendo a la clínica. Incluso cuando ya estaba cerrada. “Con mis compañeras íbamos todos los días a cuidar la clínica y por miedo a no dejar el puesto de trabajo. La realidad es que ya después no pudimos ir más. Ya no teníamos para viajar, no teníamos para comer”. Sandra es de Rafael Castillo. Tiene tres hijos. El más chico con Síndrome de Down. En octubre del año pasado se quedó sin obra social.

El proceso fue lento. Primero cerraron las internaciones en piso. Luego las de terapia intensiva. El quirófano redujo su funcionamiento a dos o tres veces por semana. “Hay algunas compañeras, que ahora no quieren ni hablar, a las que les pagaban para ir a limpiar. Pero les pagan por hora. Lo mismo el custodio. Hubo muchas promesas. La gente estaba muy mal psicológicamente”.

Antes del Grupo Olmos, la Clínica estuvo en manos de Ramiro Britos y Luis Videla. “Siempre hablamos con ellos. Ellos hacían las reuniones. Nos decían que iban a venir a comprar empresarios de Mendoza. Que iban a venir a comprar este u otro. La gente se fue yendo. En ese ínterin que nosotros dejamos de ir, se empezaron a meter albañiles y materiales de construcción. Ahí nos dijeron que la había alquilado el Director de la clínica que ahora se llama Santa Clara”.

En total son 450 personas afectadas. Nunca les llegó un telegrama de despido. Algunos cobraron el fondo de desempleo y otros se dieron por despedidos, solo a los fines de poder proceder hacia una demanda legal. Sandra dice que por el tiempo transcurrido esa es la única forma de poder reclamar algo del dinero que les deben.

La, ahora, Clínica Santa Clara integra la Red Basa, la empresa sanitaria con 800.000 afiliados de obras sociales y prepagas de todo el país. Entre ellas la Obra Social de la Unión Obrera Metalúrgica y el PAMI. El día de la inauguración, se realizó una protesta frente a la puerta de la clínica. “Cuando hacemos la manifestación, parece que al nuevo Director le molestó… ¿Pero sabés qué es lo raro? Que a mi me llama por teléfono Luis Videla y me dice ‘calmate Sandra’ y que iba a salir un abogado a hablar conmigo. Supuestamente van a reincorporar a 50 empleados. ¡Qué van a reincorporar! Nosotros ahora estamos peleando para que nos paguen lo que nos deben”.

El municipio de Morón en el medio

En la reapertura estuvo el intendente de Morón Lucas Ghi. Consultado al respecto, el jefe comunal aseguró que el Municipio “está mediando, gestión oficiosa porque no tenemos facultades formales, con las actuales autoridades de la Clínica para que aborden los planteos de los trabajadores”. Además, adelantó que están intermediando para que se amplíe la atención a IOMA.

El próximo 12 de julio a las 10 horas las y los trabajadores volverán a manifestarse en las puertas de la clínica. Sandra insiste. “Los que nos quedamos en la Constituyentes, nos quedamos por miedo, por esperanza. Qué sé yo. Mi marido me decía ‘Sandra, esto termina mal’… Para mí la Constituyentes fue todo. Yo me compré la casa laburando ahí”.

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