El anuncio de nuevas restricciones para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tuvo dos ejes que generaron polémica. El presidente Alberto Fernández ordenó la vuelta a clases virtuales y precisó que “las Fuerzas Armadas estarán afectadas al control de las nuevas medidas sanitarias“.
¿El ejército saldrá a patrullas las calles?, fue la pregunta que surgió. Pero algunos lo dieron por hecho y alimentaron la polémica. En Hurlingham fue Lucas Delfino, principal referente político del macrismo, que manifestó en su cuenta de Twitter: “un país se construye con los chicos en las aulas y el ejército cuidando nuestras fronteras. Pero el Gobierno Nacional está haciendo justamente todo lo contrario”.
Lejos de calmar aguas, rápidamente salió a cruzarlo un hombre clave en la gestión del intendente Juan Zabaleta. Se trató de Lautaro Aragón, secretario de Innovación Pública y Gobierno Abierto de Hurlingham quien le respondió a Delfino: “se les explotaban las escuelas y murieron docentes (por el caso Moreno), ahora dicen que les preocupa la educación“.
Se les explotaban las escuelas y murieron docentes, ahora dicen que les preocupa la educación.
— Lautaro Aragón (@LautaroAragon) April 15, 2021
Impulsaron el 2×1 a los genocidas y ahora hablan del rol de las fuerzas armadas.
Córranse que estamos vacunando. https://t.co/HuMFfYuIrR
Lejos de detenerse, el funcionario continuó: “Impulsaron el 2×1 a los genocidas y ahora hablan del rol de las fuerzas armadas. Córranse que estamos vacunando”.
Más allá de las chicanas políticas, lo cierto es que la frase del presidente sobre el rol de las Fuerzas Armadas debió ser aclarada por su ministro de Defensa, Agustín Rossi, que precisó en declaraciones radiales que no se ocuparán del “control ciudadano, sino asistencia sanitaria. No tenemos nada que ver con las tareas que van a hacer las fuerzas de seguridad. El orden ciudadano le corresponde a la Seguridad, no a la Defensa”.
Y para ser más gráfico, Rossi remarcó: “No va a haber tanques (en las calles), por suerte están bien guardados. Las fuerzas armadas no van a hacer ninguna cuestión que tenga que ver con la Seguridad Interior. La tarea de atención sanitaria incluso será sin portación de armas”.
Más allá de la polémica entre dos figuras políticas de Hurlingham, lo cierto es que el control del cumplimiento de las nuevas restricciones estará a cargo de las Fuerzas Federales, es decir, Policía Federal, Prefectura y Gendarmería.