El ramal a González Catán de la línea Belgrano Sur sufrió un fuerte recorte de servicios a partir de esta semana, según el nuevo esquema implementado por Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE). El número total de trenes diarios ha disminuido de 110 a 88. Esta reducción se nota especialmente durante las horas no pico, cuando el intervalo entre trenes se duplica, llegando a 40 minutos en algunas franjas horarias.
Durante los periodos de menor afluencia de pasajeros, se utilizarán menos formaciones, con solo cuatro en funcionamiento. A principios de año, se aplicaron recortes similares en las líneas Roca, Sarmiento y Mitre, justificados entonces por la racionalización del material rodante debido a motivos estacionales. Sin embargo, tras el final de la temporada estival, los diagramas no han sido restablecidos, lo que suscita interrogantes sobre las explicaciones proporcionadas por las autoridades.
Fuentes internas de SOFSE han confirmado que la verdadera razón detrás de estas reducciones de servicios es la escasez de material rodante disponible, causada por la falta de repuestos, la interrupción de trabajos en talleres propios y externos, y la disminución general de las contrataciones por disposición del ministro Caputo. En el caso específico de la línea Belgrano Sur, se busca reducir la rotación del material rodante en funcionamiento para disminuir la necesidad de tareas de mantenimiento, que actualmente son prácticamente imposibles de realizar.
La crisis de material rodante en la línea Belgrano Sur no es nueva: en agosto de 2023 también se implementaron recortes de servicios debido a la escasez de formaciones. En septiembre pasado SOFSE lanzó una licitación para comprar piezas indispensables para el funcionamiento de los cochemotores CNR. Muchas de ellas deben ser reemplazadas por su natural desgaste –los coches ya tienen nueve años de servicio–, en tanto que otras han resultado dañadas producto de eventualidades.
Sin embargo, las nuevas autoridades declararon fracasada la licitación en marzo de este año, en el marco de la directiva del Ministerio de Economía de “pisar” todos los contratos posibles para contener el nivel de gasto.
La línea Belgrano Sur también se encuentra especialmente afectada por la interrupción de la obra pública, que no distingue grado de avance ni fuente de financiamiento. El viaducto que permitiría llegar hasta Plaza Constitución, que encuentra en avanzado estado de construcción, se encuentra totalmente paralizado.
La situación del sistema ferroviario metropolitano es delicada y se extiende progresivamente a todas las líneas, empezando por las secciones eléctricas y alcanzando también a los servicios diésel. Estos problemas crecientes, sumados a la falta de respuesta por parte de las autoridades, generan sospechas sobre una posible degradación deliberada de los servicios que, además de buscar un ahorro fiscal, podría justificar su eventual privatización.
