Gracias al esfuerzo de 88 trabajadores, mayoría mujeres, la fábrica Suschen vuelve a producir Mielcitas y Naranjú.
Con la ayuda del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, los trabajadores lograron organizarse para poder inscribirse como cooperativa y volver a funcionar, pero ahora siendo ellos mismos los dueños del emprendimiento.
Los Naranjú y las bolsas de girasol comestible comenzaron nuevamente el proceso de producción mientras esperan el material para poder fabricar las Mielcitas.
Ayer llegó el primer cargamento de girasol, ya comenzamos también con la producción de naranjú
— Mielcitas Trabajadorxs En Lucha (@EnMielcitas) September 26, 2019
Todo esto fue posible gracias a los fondos recaudados por org sociales, políticas, trabajadores y la comunidad
Esto es el puntapié para recuperar nuestra fuente de trabajo pic.twitter.com/RwEMK8y3gk
Este nuevo impulso se logró gracias el dinero que pudieron recaudar mediante festivales y donaciones. El apoyo de la comunidad fue clave para que este primer paso sea posible.
El desafío es muy grande pero la ilusión de volver a trabajar es aún mayor. Ante esto a los trabajadores le ponen el pecho para poder salir adelante y seguir produciendo Mielcitas y Naranjú
El dinero que pudieron destinar a la compra de insumos surgió de festivales y de donaciones, que fue a parar todo a la compra de elementos para producir. Ya vendrá el momento de poder empezar a repartir dividendos en forma equitativa, tal cual el espíritu cooperativista indica.
Por lo pronto, el próximo lunes tendrán una reunión en el Municipio de La Matanza para ver cómo se puede hacer con el alquiler del lugar, que es una deuda que se acumula. El tema es que los propietarios anteriores se fueron sin pagar absolutamente nada, y ahora para seguir allí, además de los servicios, deben enfrentar meses adeudados por la ocupación del edificio, ubicado en Rafael Castillo.
“De los dueños lo único que sabemos es que hay una abogada presentándose en nombre de ellos. Pero eso va por otro carril, y nosotras estamos muy entusiasmadas con la posibilidad de continuar produciendo. Es algo que nos devuelve la esperanza”, dijeron las trabajadoras.