Por la cuarentena cayeron hasta un 15% el valor de las propiedades en la zona oeste

El dato surge de un informe que tomó como casos testigos a Ramos Mejía, Haedo y Morón centro. Los alquileres alcanzaron una suba del 13% a pesar de la pandemia.

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Los precios de las propiedades en la zona oeste cayeron entre un 5 y un 15 por ciento en relación a la pre-cuarentena, debido a que en los meses de aislamiento obligatorio el mercado de viviendas registró un freno abrupto de operaciones por la crisis económica del Covid-19 y el cierre de las inmobiliarias.

Según las cifras de la plataforma digital Reporte Inmobiliario, a las que accedió No Ficción, la localidad de la zona oeste que tuvo la caída más grande del metro cuadrado fue Haedo, donde en marzo de este año el valor era de U$D1.905 y en septiembre pasado fue de U$D1.630, lo que representa una baja del 14,44%.

Luego le siguió Morón centro, donde en promedio el metro cuadrado de una propiedad costaba en la pre pandemia U$D1.705 y en septiembre el precio cedió a U$D1.570. De esta forma, la estimación de la plataforma es que la caída del valor ronda el 7,92%.

El tercer y último caso testigo fue el de Ramos Mejía, la localidad más cara de La Matanza. Allí en marzo el valor del metro cuadrado era de U$D1.740 mientras que para el mes pasado fue U$D1.645, representando así una caída de los precios que promedió el 5,46%.

Los alquileres en la zona oeste: con un leve aumento en lo que va del año

Las cifras de Reporte Inmobiliario indican que el alquiler de una vivienda de tres ambientes se incrementó hasta un 13% en lo que va del año. El caso testigo fue Morón Centro, donde en diciembre pasado una locación de este tipo costaba $17.145 por mes y para junio de este año (últimos datos disponibles) su valor se había ajustado a los $19.430.

En Haedo el incremento registrado rondó el 9,3%. En esta localidad alquilar un tres ambientes costaba en diciembre pasado cerca de $16.715 y para junio su valor se había actualizado en $18.285. Luego siguió Ramos Mejía, donde el aumento en lo que va del año es del 8%: en diciembre el valor promedio fue de $18.715 y para junio de este año los mismos costaban $20.220.

La voz de los operadores

El empresario Osvaldo Gilges, que opera en Ramos Mejía desde la década del 80, describió que “desde que comenzó la pandemia hay que calcularle un 20% de baja en el valor de la propiedad. Además, desapareció el inversor por la Ley de Alquileres, ya no viene la gente que compra para invertir. Lo que nos ha quedado es el que necesita la propiedad para vivir pero al no haber crédito, ni nada, se hace muy difícil”.

Al mismo tiempo, el dueño de Inmobiliaria Gilges destacó a No Ficción que “al tener el dólar muy alto, hoy casi a 170 pesos, se hace muy difícil remar una venta” y analizó: “La propiedad para mí va a seguir bajando”.

Una agente inmobiliaria de una franquicia consultada explicó que “si bien se registra una baja del 15% en promedio de las propiedades, se evaluaba que iba a ser mucho más contundente. Al principio de la cuarentena aparecieron inversores en búsqueda de grandes oportunidades porque la baja que se proyectaba iba a ser de hasta un 50% y eso no pasó. También crecieron en este tiempo la inclusión de las permutas en las operaciones”.

“Lo curioso es que cambiaron los parámetros de búsqueda: se dieron efectos en estos últimos dos meses muy interesantes. La demanda tiene que ver con el barrio privado y los lotes que estaban a la venta desde hacía años, se fueron vendiendo todos”, destacó la agente, quien también se refirió a los alquileres: “El aumento fue exponencial a partir de la nueva ley. En Castelar e Ituzaingó, por ejemplo, en la mayoría de los casos ajustaban entre un 15% y 18% semestralmente. Todo eso se adelantó seis meses y lo que se ofrece hoy ya viene con esos números y sigue en aumento”.

Según las cifras de septiembre del INDEC, una familia de cuatro integrantes necesitó 45 mil pesos para no ser pobre. Difícil desafío si casi la mitad se puede ir en el alquiler.

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