Matías Rappazzo: “La autarquía de la Justicia es una promesa política que viene distendiéndose en el tiempo”

El fiscal dialogó con No Ficción Entrevistas sobre los desafíos que tiene por delante al frente del Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires y de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de Morón.

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En menos de tres meses, el fiscal Matías Rappazzo asumió dos importantes responsabilidades. Primero, en septiembre se convirtió nuevamente en el presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de Morón; y la semana pasada, fue elegido por unanimidad por los representantes de todos los departamentos judiciales bonaerenses como vicepresidente primero del Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires, donde acompañará la gestión del defensor general adjunto de Lomas de Zamora, Claudio Santagati, quien quedó al frente de la institución.

En diálogo con No Ficción Entrevistas, el titular de la UFI 7 de Morón, planteó que los principales desafíos del Poder Judicial son alcanzar “la autarquía plena, no solamente por una cuestión de salarios, sino por la importancia de que la justicia maneje su propio presupuesto y deje de depender de otros poderes; el nombramiento de unos 600 jueces, fiscales y defensores pendiente desde hace años; y seguir profundizando el acercamiento del Colegio a la gente”, explicó.

“Es una entidad de segundo grado –aclaró Rappazzo– que nuclea a los 19 departamentos judiciales de una provincia muy distinta. No es lo mismo una asociación de magistrados del Conurbano que una del interior en cuanto a sus necesidades. Hay que ver cómo cumplimos con todas las exigencias de todos los presidentes”.

– La autarquía del Poder Judicial es un viejo reclamo. ¿Cuál es la situación actual?

Es una promesa política que viene distendiéndose en el tiempo. Ha habido y hay proyectos de Ley, la Corte misma ha hecho iniciativas para lograr la autarquía, creo que es una decisión política que en el algún momento la Legislatura va a tener que avanzar sobre eso y darle una conclusión. No podemos uno de los tres poderes del Estado estar pendiente de la Ley de presupuesto todos los años para ver si cumplimos o no con los mínimos requisitos para que la justicia funcione.

– Otra de las cuestiones que se necesita voluntad política para avanzar es el nombramiento de los cargos que aún están vacantes.

En Morón tenemos la suerte de tener a uno de los integrantes del Consejo de la Magistratura que es el Dr. Diego Bonanno, como representante de los jueces de primera instancia, y ha hecho un trabajo muy interesante que tuvo su eco en el Consejo y hoy se está discutiendo una Ley para ver si por dos años se puede reformular el sistema de concursos. Lo cierto es que la provincia de Buenos Aires tiene 600 vacantes de magistrados, o sea hay 600 menos jueces, fiscales, defensores y asesores. Eso es histórico, nunca estuvo en estas condiciones y hay fueros que están totalmente debilitados. El fuero penal, por ejemplo y para no hablar del Conurbano, del Departamento Judicial de Junín tiene que tener doce fiscales, pero tiene cuatro. Estamos hablando de una situación muy grave y que atravesada por la pandemia y el freno de un montón de cuestiones, entre ellas los concursos, hicieron que esto se vaya agrandando cada vez más.

– ¿Cómo repercute en el servicio de justicia?

No permite que tengamos un buen servicio. Soy bastante crítico del servicio de justicia, creo que hay que mejorarlo, acercarlo a la gente, pero para eso se necesita infraestructura, más personal y más capacitación; si a eso le sumamos que tenemos 600 colegas menos en funciones, no estamos llegando ni al mínimo probable que quiere cualquier bonaerense. Los desafíos de cualquier discusión política en torno a la justicia y al servicio de justicia tiene que ver con tratar de acercar el servicio a la gente y que se sienta contenida y poder ejercer sus derechos. Si tenemos 600 funcionarios menos se hace muy difícil y estoy hablando solamente de magistrados. No estoy hablando de empleados, así que imaginemos lo que podría llegar a ser si se pusieran en funcionamiento 600 fiscales, jueces, defensores con su personal, que en algunos lugares están y en otros no, porque dentro de esos 600 hay un montón de organismos a crearse que implicarían secretarios y empleados. Todo eso repercute sin dudas en un servicio que de por sí ya es deficiente.

– Por ejemplo, es lo que ocurre con el Departamento Judicial de Merlo que fue creado por Ley pero nunca se concretó…

La verdad que Merlo, Marcos Paz y Las Heras, merecen un departamento judicial así como Moreno y General Rodríguez en su momento se desprendió de Mercedes; así como La Matanza hace muchísimos años se desprendió de Morón, creo que es momento más allá de que la Ley tiene más de 10 años, de la creación del Departamento Judicial de Merlo. El 60% del trabajo de Morón viene de Merlo y la realidad es que al no tener organismos jurisdiccionales, salvo el Juzgado de Paz, para el vecino de Merlo venir a pedir justicia a Morón es muy largo y muy caro y se le hace muy difícil.

– En la Asociación de Morón hay una política continuista que atraviesa diferentes gestiones. ¿Qué cuestiones hay pendientes?

Hay una continuidad, la que fue presidenta durante dos años y hasta hace poquito, la Dra. Mercedes Conti, hoy es la actual vicepresidenta primera, somos un equipo que venimos trabajando hace muchísimo tiempo por y para los asociados de Morón. Creo que el desafío más grande lo tuvo Mercedes en estos dos años de pandemia en donde la Asociación acompañó y se instalaron algunas cuestiones que vinieron para quedarse como el teletrabajo y las audiencias remotas, donde la Asociación estuvo muy presente. Compró cámaras, toda la infraestructura que el Poder Judicial no brindaba, la brindó la Asociación de Magistrados. Creo que hay que profundizarlo. Después, hay que defender los derechos de los asociados y tratar de hacer un plus en cuanto a la capacitación. Empezar a pensar en más jornadas y cuestiones que le permitan al asociado capacitarse mejor. Tenemos la vara muy alta que dejó Mercedes tras el trabajo que hizo con toda su Comisión Directiva.

– Estas herramientas nuevas que llegaron de la mano de la pandemia. ¿Vinieron para quedarse? ¿Cómo repercute en el servicio?

Creo que algunas cosas llegaron para quedarse. A veces la gente quizá no lo sabe, salvo quien está adentro de la maquinaria judicial porque quiso o porque no le quedó otra, pero desde que tengo uso de la razón y entré al Poder Judicial hace casi 30 años, los martes y jueves eran los días que venían a Morón por audiencias los detenidos de unidades carcelarias. Venían en camiones, viajando dos días desde Bahía Blanca o cualquier unidad carcelaria de la provincia. Hoy no se mueven de ahí, eso redunda también en la facilidad de los defensores de tener contacto con ellos, que tenían que viajar a cada unidad a entrevistarse con los imputados. Los medios tecnológicos van a hacer que la justicia sea mucho más ágil. Lo que falta quizá es entender que vinieron para quedarse y los insumos suficientes para que sean una forma diaria y concreta del trabajo judicial y no algo esporádico por la coyuntura que nos llevó la pandemia.

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