“Nosotros tenemos el 90% de los alumnos que son primera generación de universitarios dentro de su familia. Las afirmaciones de la gobernadora fueron muy desacertadas. Se ve que desconoce del tema”, explicó Gallo.
El miércoles, Vidal se quejó en el Hotel Sheraton, durante un almuerzo organizado por el Rotary Club, de que “la provincia de Buenos Aires se haya poblado de universidades públicas”. Poco después, dio por sentado: “Todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad”. Inmediatamente, la mandataria bonaerense se ganó el repudio generalizado de la oposición y de la comunidad educativa.
En diálogo con No Ficción Radio, Gallo reconoció que al principio le costó creer la versión que llegaba a sus oídos: “Tuvimos que chequear la información y cuando vimos que era cierto, lo sentimos con un profundo dolor”. Al mismo tiempo, el rector calificó como “desafortunadas las palabras de la gobernadora, espero que se retracte. Nuestra universidad y todas las que conforman el sistema universitario nacional albergan a este tipo de población que ve a la institución como una oportunidad y esperanza de futuro”.
“Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) hemos detectado -precisó Gallo- que creció en un 60% la cantidad de alumnos que provienen del quintil más pobre de la población. Por eso es importante la inversión en Educación, pero ellos quieren hacer un ajuste”.
La secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela, advirtió hace unos meses atrás durante un encuentro del CIN en San Salvador de Jujuy que para este año se recortaron unos 3000 millones de pesos del presupuesto destinado a las casas de altos estudios. Por eso, desde la UNO entienden que los dichos de Vidal “no fueron casuales ni aislados. Hace cinco meses que no les giran a ninguna universidad nacional las cuotas de funcionamiento”.
Gallo señaló que a la UNO le correspondían, por ejemplo, unos 20 millones de pesos extra el año pasado. Luego de reclamar esos fondos, la institución recibió sólo 5 millones, se lamentó. “Se quedaron con 15 millones que nos correspondían por la Ley de Presupuesto”, puntualizó.
“Te obligan a tomar decisiones en base a los lineamientos nacionales con los que muchos de nosotros no estamos de acuerdo. Somos una universidad de reciente creación y tenemos todas las necesidades, todo por hacer. El 2% del presupuesto de la UNO lo destinamos a becas para que los alumnos no deserten, como una política de permanencia. Por eso, entendemos que esto profundiza la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen”, insistió.
“Tenemos problemas lindos, de crecimiento”
La UNO fue una de las últimas universidades nacionales creadas por el kirchnerismo en el Conurbano: abrió sus puertas en diciembre de 2009 pero atravesó años de turbulencias políticas al convertirse en 2015 en uno de los sitios de resistencia de los seguidores del ex intendente de Merlo, Raúl “El Vasco” Othacehé, que perdía el poder tras más de décadas al frente del distrito.
“Hoy por hoy la UNO ha retomado su rumbo y estamos creciendo continuamente. Ya cuenta con 3500 alumnos y proyectamos ampliar la oferta académica. Tenemos problemas de crecimiento, estamos atravesando una etapa linda: resolviendo problemas de falta de aulas porque explotó la matrícula”, detalló Gallo.
El 70% de los alumnos se concentran en las licenciaturas de Enfermería y Administración. Por ello, desde la UNO han firmado 13 convenios específicos con el municipio de Merlo, que conduce Gustavo Menéndez, para que los jóvenes puedan realizar sus prácticas profesionales en diferentes áreas de la intendencia.
“Somos una institución nacional inserta en un estado municipal. Un distrito que tiene 600 mil habitantes y en una zona de influencia de más de 2 millones de habitantes. Es un trabajo en el territorio y que necesita del territorio. Se tiene que trabajar mancomunadamente por un objetivo común que es el bien del pueblo”, concluyó el rector.
