La trama de funcionarios judiciales y policiales que llevó 14 años a la cárcel a un inocente

La Corte Suprema de Justicia de la Nación absolvió la semana pasada a Jorge González Nieva, quien había sido condenado a perpetua. En el fallo se precisa cómo operaba la banda integrada por un fiscal, efectivos policiales y hasta un falso abogado.

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Jorge González Nieva pasó sus últimos 14 años preso, acusado de haber asesinado en 2006 a una mujer en una salidera bancaria en Merlo. A pesar de haber sido condenado en diferentes instancias judiciales, Jorge siempre se declaró inocente y la semana pasada la Corte Suprema de Justicia le dio la razón: lo absolvió y vinculó su detención a una banda integrada por policías, funcionarios judiciales y hasta un falso abogado que armaban causas para involucrar personas en casos criminales y extorsionarlos.

En el fallo, el máximo órgano judicial argentino destacó que el juicio llevado adelante a mediados de 2010 en contra de Jorge se realizó mientras “efectivos policiales que tuvieron un rol central en la instrucción del caso, entre ellos el capitán Carlos Genel y el agente Alberto Casco, se encontraban detenidos y bajo proceso por distintos hechos delictivos que involucraban la adulteración y manipulación de información y pruebas en sus investigaciones policiales y la fabricación de imputaciones con fines extorsivos, entre otras cuestiones”.

El 26 de mayo de ese año, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón condenó a perpetua a Jorge y a 15 años de prisión a Walter Balcaza, por el crimen de Analía Aguerre, asesinada a balazos el 24 de mayo de 2006 cuando volvía a su casa de Merlo después de haber extraído dinero de un banco de Morón.

Tal como advirtió la Corte en su sentencia, mientras se enjuiciaba a los sospechosos del crimen de Aguerre, los investigadores del caso estaban procesados por el armado de causas. Es que poco antes se había establecido que el personal de la Comisaría Séptima de Castelar Norte le había recomendado a Balcaza los servicios del falso abogado, Silvio Cascella, quien le prometió que a cambio de entregar su vivienda al jefe de Calle de la seccional, Alberto Casco, quedaría desvinculado del homicidio. Efectivamente, a los tres meses del crimen el chalet Ituzaingó, situado en Cuyo al 2200 y propiedad del sospechoso, había sido cedido a Casco mediante la firma de un documento.

Según ventiló Balcaza en el juicio, la garantía de que recuperaría su libertad la selló el propio fiscal Alejandro Jons, con quien se habría reunido en el Café Havanna de Ramos Mejía, para convenir su entrega y posterior liberación.

“El mismo González Nieva declaró ante los jueces sentenciantes que el policía Casco le había exigido que le entregara su automóvil “taxi” y que su negativa había contribuido a mantenerlo imputado y detenido”, recordó en el fallo absolutorio la Corte.

La suerte de la banda

Casco, Genel, Cascella y el fiscal Jons.

Por este tipo de maniobras, Casco cayó detenido en febrero de 2008 en una casaquinta de San Vicente mientras dormía. Había cambiado su aspecto y se había teñido el pelo. Fue condenado a 10 años de prisión.

Tras estar prófugo casi un año, el comisario Genel fue apresado en octubre de 2009 por agentes de la SIDE en la casa de su novia, en Hurlingham. Fue condenado a 4 años y medio de prisión por falsedad ideológica, daño agravado y tenencia ilegal de arma de guerra. Entre otros delitos, había arrojado piedrazos y provocado destrozos en el frente de la casa de la madre del juez camarista Fernando Bellido.

El comisario exonerado pretendía, de esta forma, vengarse de Bellido quien durante su paso al frente de la UFI 2 de Morón había descubierto cómo operaba esta banda mixta de policías y delincuentes en la zona oeste. Las consecuencias de esa pesquisa, mencionada incluso por la Corte, resultó clave para que Jorge recuperara su libertad.

Por su parte, el falso abogado Cascella fue detenido el 10 de noviembre de 2007. Poco después, fue condenado a más de seis años de prisión. En 2012 pesaba sobre él un pedido de captura porque no se había presentado en la justicia tras haber sido beneficiado con la libertad condicional. Trascendió que por esos años estuvo en situación de calle.

A fines de 2017, el Jurado de Enjuiciamiento suspendió al fiscal Jons, por considerarlo parte de esta banda de delincuentes y policías que extorsionaban a los sospechosos de cometer diferentes delitos. Al día de hoy todavía no se definió ni su situación administrativa ni penal.

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