En nueve meses, obtuvieron solamente un pago por $ 4.100, en medio de infinidad de idas y vueltas al ministerio de Trabajo y de haber sufrido aprietes y amenazas por parte de los dueños de la firma. Así las cosas, las y los trabajadores de La Nirva decidieron tomar la fábrica, ubicada en La Matanza.
“La patronal ha incumplido el compromiso de pago de la deuda, que son los salarios de ocho meses, más las vacaciones y aguinaldos”, afirma el comunicado de las y los trabajadores, que apuntan principalmente a Matías Pérez Paradiso, quien es “el máximos accionista de la empresa y responsable de la tremenda situación que hoy tenemos que sufrir”.
En La Nirva –productora de los populares alfajores Grandote-, trabajan unas 65 personas, en su mayoría mujeres. Luego de hacer un acampe en las inmediaciones de la fábrica, “las y los trabajadores de La Nirva hemos ingresado a la fábrica de forma pacífica para garantizar el no vaciamiento de la misma por parte de la patronal, ya que hubo un intento de vaciarla mediante amedrentamiento y amenazas”.
Así las cosas, las y los empleados de La Nirva avanzan en la conformación de una empresa recuperada.
