Un día después de que la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, apartara de manera provisoria al fiscal que llevaba la causa de la muerte de Lucas Verón, las autoridades del municipio confirmaron que “la bala que lo mató fue disparada por uno de los policías detenidos por el crimen” y que la teoría de un hecho de gatillo fácil “parece confirmarse”.
El comunicado del municipio aclara que si bien es prematuro sostener inequívocamente alguna teoría, “es imperioso dejar claro que no se va a encubrir ni proteger a nadie, como señaló nuestro gobernador Axel Kicillof”.
Kicillof había dicho el martes último: “nunca me van a ver apoyando, instigando ni generando violencia institucional”.
“La única respuesta es Justicia para Lucas y su familia. La separación de la policía provincial y del fiscal para no dejar lugar a dudas de que lo único que se busca es esclarecer el hecho y hacer justicia es un paso en ese sentido”, señalaron las autoridades locales.
En el mismo sentido, desde el Municipio apuntaron que en la Argentina “que estamos construyendo no hay lugar para el abuso, el gatillo fácil ni las desapariciones forzadas”.
Lucas festejaba su cumpleaños número 18 cuando en circunstancias poco claras fue abordado por un patrullero conducido por los oficiales Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, quienes luego de abatir a Verón no dieron aviso alguno del hecho a sus superiores y actualmente se encuentran detenidos.
