Juan Pablo Gallego está acostumbrado a las cámaras. Desde su aparición en TV a raíz de la defensa de los jóvenes que denunciaron al cura Julio César Grassi es una referencia en casos de Derechos del Niño y delitos sexuales contra menores. Por eso en enero los padres de V., la niña que filmó a su tío Leandro Martinez mientras este abusaba de ella, fueron a verlo a su estudio en Uruguay y la Avenida Santa Fe, en el centro porteño.
Hasta allí fueron las cámaras de No Ficción Entrevistas. En este mano a mano, Gallego habla del caso que volvió a poner en discusión el rol judicial de Morón en casos de delitos sexuales y denunció que allí, después de Grassi, apareció un clan de abogados que defienden abusadores. Además, habló del caso del cura Lorenzo en La Plata, que tras ser denunciado apareció muerto, el rol de la Iglesia y cuestionó la actitud del Papa Francisco ante los pedófilos religiosos.
¿Cómo es que llega a usted la denuncia y el video del abusador filmado por la niña de 12 años?
“Los padres de la niña ya habían denunciado a este señor el año pasado. Así que los familiares de V. iban a las Fiscalía y al Juzgado y les decían que ya los iban a citar. En enero recibo la consulta de ellos, y me entero de los registros audiovisuales de este hombre y audios de la niña con compañeras de colegio. Aporto todos estos elementos tecnológicos a la Fiscalía 11 y pido que declaren la niñera y psicologa de V. De un no avance, logramos en 15 días hacer una instrucción que a veces tarda un año. Un poco con el auxilio de los elementos tecnológicos. Inmediatamente pedí la detención del sujeto“.
“Tener a una persona profugada durante tanto tiempo excede las reglas lógicas. Es un bochorno nacional que la Justicia de Morón tiene que hace cesar”
Y cuando fueron el hombre se había fugado y aún lo siguen buscando. ¿Cómo se explica que sucedan estas cosas?
“Tengo la idea de que el público vio la envergadura de la defensa que tuvo el cura Grassi, donde había nombres rutilantes. Pero no todo el gran público conoce que junto a ese grupo de abogados defensores existía un grupo de abogados de Morón que por la experiencia posterior utilizaron el caso Grassi como un Máster para repetir este tipo de defensas. Entonces, se hacen planteos de todo tipo, dilatorios, mantienen gente profugada. Ni Morón ni la Provincia ni la Argentina son jurisdicciones sencillas para mantenerse profugado si uno no cuenta con dinero. Cada día de fuga tiene un costo y alguien lo paga. Empiezan a haber dilaciones y aún la justicia de Morón no lo termina de resolver”.
¿Usted cree que hay conexiones fuerte entre estos delincuentes y el Poder Judicial de Morón?
“Lamentablemente hay llegada al Fuero Penal de Morón y estos manejos inicialmente provocan un enorme daño a la víctima, pero ya hemos visto en Morón cómo terminan: condenados y presos. A Grassi en algún momento le han dado una suerte de garantías de que Morón lo iba a sostener, y Grassi lleva seis años en el penal de Campana. Acá hay una práctica perversa. Donde pierden todos. Se hacen planteos absurdos y desmedidos. Y casualmente ocurre cuando se trata de delincuentes sexuales con un alto poder económico. Uno valora el derecho de la defensa. Pero cuando el caso es tan claro y la prueba ya se produjo, tener a una persona profugada durante tanto tiempo excede las reglas lógicas del sistema judicial. Es un bochorno nacional que la Justicia de Morón tiene que hace cesar cuanto antes“.
¿Cuánto tiempo de condena le queda a Grassi?
“A Grassi le faltan 11 años para cumplir la pena, sin contar que hay un tercer proceso por el que puede ser condenado”.
¿Cuál es la tolerancia por parte de Jorge Bergoglio? Grassi eventualmente en once años podrá postularse a Papa
Después usted trabajó en el caso del cura Lorenzo de La Plata. ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Le recordó al caso Grassi?
“En el caso Lorenzo se produce una catarata de declaraciones de víctimas y este hombre comienza a verse acorralado. Y esto se une con lo de Morón. Estos supuestos expertos en la defensa de abusadores a veces sorprende la poca defensa real que hacen. En este caso era atacar a las víctimas, amenazarlas. Después, se fijaron pericias a Lorenzo, y bueno, se llegan a unas conclusiones que son demoledoras, bastante parecidas a las que se obtuvieron con Grassi“.
¿Cómo cree que actuó la Iglesia con el caso Lorenzo? ¿Aprendió de lo que ocurrió con Grassi?
“Me sorprende que pasan los años y a la hora de los hechos continúe esta falta de colaboración (por parte de la Iglesia). Si vamos al caso Grassi, condenado por la Corte Suprema, ¿qué faltaría para que la Iglesia o el Vaticano apliquen la doctrina de la tolerancia cero? ¿Cuál es la tolerancia por parte de Jorge Bergoglio? Grassi eventualmente en once años podrá postularse a Papa. Y en el caso Lorenzo fue una desilusión ver cómo la iglesia platense, donde el obispo tiene mucha cercanía con Bergoglio, lo homenajeó sin una palabra hacia sus víctimas”.
¿Y qué opina del rol del Papa Francisco ante los casos de curas abusadores?
“Es probable que el Papa tenga la preocupación real, pero los elementos que se están utilizando no tienen ninguna aplicación practica. Es sorprendente, cuando Bergoglio es electo Papa, él elige un grupo de colaboradores donde la gran mayoría han terminado juzgados por estos delitos en sus países. Tuve la impresión que cuando el tema fue encarado por el Papa Benedicto XVI parecía que el tema apuntaba con alguna sustancia más de fondo. Quizás Bergoglio es una persona más apuntada a lo social y lo político y en este punto no ha ido a la raíz”.
