La Matanza y Merlo fueron los dos municipios del oeste más castigados por el avance inflacionario desde 2016 a la actualidad. Las cifras surgen de un estudio del Instituto del Conurbano (IC) de la Universidad Nacional de General de Sarmiento (UNGS), que analizó las transferencias automáticas de recursos desde la provincia a los distritos.
No Ficción pudo acceder al informe elaborado por Carlos Martínez, investigador del IC, y pudo comprobar que La Matanza fue el distrito más castigado de la región, que desde la asunción de Cambiemos tuvo una caída en los ingresos de casi el 18% a causa de la inflación. El año pasado fue el más complejo: de percibir más de 1.700 millones de pesos en 2017, contó con 1.537 millones en 2018, un retroceso del 11,3%.
En una situación similar está Merlo, que tuvo una pérdida en transferencias automáticas de más del 16%. Pero con una particularidad: sólo la inflación del 47% en 2018 lo llevó a estar segundo en el podio. Mientras que en 2016 y 2017 pudo ganarle a la devaluación, el año pasado perdió un 16,41%. Pasó de percibir 814 millones de pesos en 2017 a 699 millones en 2018.
“En La Matanza hubo un cambio en el Coeficiente Bruto de Distribución, que se utiliza para la Coparticipación Bruta o el Fondo Sojero, donde ese indicador en Hurlingham fue mejorando pero en La Matanza fue cayendo”, explicó Martínez. “El caso de Merlo es distinto. Fue beneficiado con dos fondos: el de infraestructura municipal y el de fortalecimiento de seguridad que en 2016 creó María Eugenia Vidal, pero que en 2018 no existieron más”, sostuvo.
Detrás viene el grupo que promedia la caída del 10% desde 2016. Tres de Febrero con una pérdida del 5,81% en 2017 y 4,75% en 2018 quedó en el primer lugar de estos municipios. Por ejemplo, de percibir 246 millones de pesos en 2017 pasó a percibir 235 millones reales en 2018 por el avance de la inflación. Situación similar a la de Moreno: de recibir 423 millones de pesos en 2016, bajó a 404 millones en 2017 y 382 millones en 2018. Una caída total del 10,40%
Completan este grupo Morón e Ituzaingó, respectivamente. El distrito que comanda Ramiro Tagliaferro encontró el año pasado su peores ingresos en materia de transferencias automáticas. De recibir 289 millones de pesos en 2016, tuvo 284 millones en 2017 y de ahí 262 millones en 2018. La gestión de Alberto Descalzo tuvo retrocesos sostenidos durante todo el macrismo: 131 millones en 2016, bajó a 126 millones al siguiente año y 119 millones en 2018.
“El hecho de que Morón y Tres de Febrero tengan cifras similares al resto es que se trata de fondos de distribución automática y no son discrecionales”, sostuvo el investigador. “Pero eso no quita que existen casos como Tres de Febrero donde en 2018 tuvo un aporte de 30 millones de pesos del Tesoro Provincial, que probablemente a otros municipios no les haya tocado”, graficó Martínez.
Hurlingham es el distrito que menos perdió en materia de transferencias automáticas en el oeste. Es que el municipio recibió 191 millones de pesos en 2016 para luego percibir 192 millones en 2017. Es decir que, aunque por poco, le ganó a la inflación. Pero el año pasado no pudo ni siquiera empatar y perdió el 4,3%: bajó a 184 millones de pesos en 2018.
Para Martínez si bien se evita la discrecionalidad del Gobierno provincial de turno, “el sistema de coparticipación bruta no es el más equitativo, porque no compensa al que más necesita sino al que más gasta, sobre todo en salud. Por eso los distritos que más destinan su gasto en salud son los que más coparticipación reciben”. Aquí radican sobre todo las pérdidas que tuvieron los municipios, que se agravó por la imparable inflación del 2018.
