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El Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines (Seoca) de la Zona Oeste alertó por el fallecimiento de tres trabajadores en la última semana, víctimas del Covid-19. Se trata de Rosendo Lobo, de Vea Castelar; Pablo Cáceres, de Garbarino Merlo; y Omar Villalba, de Frávega Laferrere.
En el caso de Rosendo Lobo, de 59 años, la empresa dispuso su reincorporación pese a estar infectado, ya que había recibido la vacuna. Trabajó solo cinco días, luego fue internado y finalmente falleció.
Hace más de un año que las y los trabajadores de Garbarino viven una situación de angustia e incertidumbre. Los conflictos con la empresa se multiplican y van desde despidos hasta la falta de pagos de salarios y cierre de sucursales.
Los rumores hablan de una reconversión de la empresa a la venta online que dejaría afuera a muchos empleados. Las sucursales de la zona oeste son uno de los principales focos del incendio. La última manifestación gremial fue el sábado último.
Pablo Cáceres tenía 48 años era vendedor de la sucursal de Merlo, ubicada en Avenida del Libertador 521. Pasó los últimos momentos de su vida en el Sanatorio Oeste, luchando contra el Covid-19. Finalmente, murió en la noche del martes último.
El tercer caso ocurrió anoche. Omar Villalba fue víctima de un circuito de contagios dentro de la empresa, que comenzó con un gerente. Pedro Ocanto, delegado de Seoca en la empresa, dio detalles a No Ficción. “Estamos destruidos. Hace 14 años que trabajamos juntos. Es una lucha día a día con la gente, con la empresa. Yo apunto al gerente y al jefe regional. El gerente no le avisó a nadie y se fue a hisopar. Solo le avisó al regional, que tampoco dijo nada”, remarcó Ocanto.
“Omar dio positivo el miércoles pasado. El fin de semana lo internaron en una clínica, en Mataderos. El lunes se complicó el cuadro y hoy viernes falleció. La empresa solo piensa en números y ni siquiera quería cerrar la sucursal para hacer el duelo. Estamos con un dolor muy grande”, concluyó el delegado.
