Caso Candela: Mameluco se desvinculó del crimen y dijo que vive “un calvario”

El jefe narco se encuentra entre los cuatro acusados por el secuestro y asesinato de la niña de 11 años ocurrido en agosto de 2011.

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El jefe narco Miguel Ángel “Mameluco” Villalba aseguró que vive un “calvario” al ser sindicado como responsable del crimen de la niña Candela Rodríguez, al declarar como uno de los acusados en el segundo juicio por el caso, que se celebra en los Tribunales de Morón.

“Todos los días me pregunto por qué estoy en esta causa”, expresó Villalba, que llegó a este debate oral preso tras ser condenado por narcotráfico en otro juicio.

Mameluco, de 60 años, habló durante nueve minutos sin ser interrumpido en el marco del juicio en el que es señalado como autor intelectual del secuestro y el crimen de la nena de 11 años, ocurrido en agosto de 2011.

“Hace 13 años que tengo esta mochila, y duele”, indicó el hombre oriundo del distrito de San Martín, quien recalcó no tener nada que ver con el crimen de Candela. Los dichos del narco, van en sintonía con los de la madre de la víctima, Carola Labrador, quien hace unos días atrás abandonó la querella intempestivamente, tras considerar que los investigadores sospechan que todo el caso se debió a una venganza hacia su familia.

El imputado había sido beneficiado por pedido de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para seguir el juicio de manera remota, desde el penal de Ezeiza, donde se encuentra alojado. Sin embargo, en esta oportunidad, optó por estar presente y declarar ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 6 de Morón, por lo que debió ser trasladado en medio de un fuerte operativo de seguridad desde la cárcel.

Por si fuera poco, Mameluco sostuvo que el secuestro es un delito que detesta. “Estoy en contra del secuestro porque me secuestraron dos veces”, afirmó. “Hoy vivo con extrema seguridad, no puedo ni ir al baño solo”, comentó sobre sus condiciones de detención en Ezeiza.

Junto a Mameluco Villalba, están siendo juzgados el ex policía bonaerense Sergio Fabián Chazarreta, el informante de las fuerzas de seguridad Héctor Horacio “Topo” Moreira y el carpintero Néstor Ramón Altamirano, todos en calidad de “coautores”.

El ideólogo

Mameluco está sindicado como quien dio la orden de cometer el secuestro porque supuestamente el papá de la niña, Alfredo Rodríguez, lo habría “buchoneado” ante la Policía. Una línea de investigación señala que en realidad fue Moreira el que pasaba los datos, quien para desligarse del tema, acusó a Rodríguez, que estaba preso por piratería del asfalto.

Según esa hipótesis, a bordo de un helicóptero, el papá de la niña marcó lugares de venta de droga en la zona de San Martín.

El Caso Candela

El episodio que derivó en el conmocionarte crimen se inició cerca de las 15:30 del 22 de agosto de 2011, en la esquina de la casa en la que vivía, situada en Coraceros y Bustamante, de Villa Tesei, partido de Hurlingham.

Ese día Candela planeaba encontrarse con amigas de su grupo de Scouts. Sin embargo, mientras las esperaba parada en esa esquina fue abordada por al menos tres personas, que la ingresaron por la fuerza a una camioneta Ford EcoSport negra, cuya patente trasera estaba cubierta, y se la llevaron hasta una vivienda de Loma Hermosa, partido de Tres de Febrero.

La madrugada del 29 de agosto, ante un inminente allanamiento policial, Candela fue llevada hasta otro domicilio, situado en Kiernan 992 de Villa Tesei, donde se cree que, entre la noche de ese día y la mañana del 30, fue abusada y asfixiada por el ya condenado Hugo Bermúdez.

De la pesquisa surgió que el cuerpo de la víctima fue lavado para ocultar rastros antes de ser abandonado en una bolsa de consorcio arrojada a la vera de la Autopista del Oeste, también en Hurlingham.

Entre los elementos de prueba obtenidos en la causa, surgió que la camioneta en la que la niña fue secuestrada había sido provista por el expolicía Chazarreta y que estaba registrada a nombre de su pareja, quien es a la vez sobrina del “buchón” Moreira.

También se determinó que el primer domicilio en el que Candela estuvo cautiva era del “Topo” Moreira -a quien la niña conocía porque era cercano a su papá-, mientras que la segunda vivienda a la que la llevaron previo a matarla estaba deshabitada y fue provista por el carpintero Altamirano, quien se encargó de supervisar el cautiverio, según la acusación.

Para el fiscal, el cambio de domicilio se llevó a cabo luego de que el expolicía bonaerense Chazarreta advirtiera a sus cómplices que las fuerzas de seguridad estaban por allanar la casa de Moreira. “El traslado fue ante el inminente arribo de la prevención al lugar donde retenían y ocultaban a la menor, cosa que efectivamente ocurrió el 30 de agosto del 2011”, explicó el fiscal en el requerimiento de elevación a juicio.

Finalmente, el 31 de agosto, entre las 13:30 y las 15:20, el cuerpo de la niña fue abandonado a la vera de la calle Cellini, a metros de colectora de la Autopista del Oeste.

Por el mismo delito, en agosto de 2017 fueron condenados a prisión perpetua Bermúdez y Leonardo Jara, mientras que un tercer hombre, Fabián Gómez, recibió una pena de cuatro años de encierro como “partícipe secundario” de la “privación ilegal de la libertad” de la niña.

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