Romina Altamiranda apuesta a la renovación y oxigenación del Colegio de Abogados de Moreno – General Rodríguez, una institución que esta abogada siente como su segunda casa y que, según presume, está en condiciones de consolidar todo lo hecho hasta ahora y de dar nuevos pasos. La joven profesional fue vicepresidenta del cuerpo y hasta hace unas semanas era una pieza clave en la gestión municipal de Mariel Fernández, donde fue subsecretaria de Gobierno, cargo al que renunció para dedicarse de lleno al ámbito colegiado.
En esta entrevista con No Ficción, Altamiranda cuenta por qué quiere convertirse en la nueva presidenta de la institución en las próximas elecciones del 6 de mayo, donde encabezará la Lista 5 “Compromiso y Renovación” y enfrentará al oficialismo en donde Eduardo Sreider busca una vez más otro mandato.
– ¿Por qué se candidatea a presidenta en estas elecciones?
– La propuesta que conformamos con un grupo de colegas, qué venimos trabajando desde el nacimiento del Colegio que, como su nombre lo indica habla de una necesidad de renovar las autoridades en pos de seguir construyendo un Colegio más cercano a los y las colegas, entendiendo que cuando uno conserva el poder durante mucho tiempo en una única persona se desvirtúa lo que es el sentido de la institución. Otra de nuestras propuestas es terminar de consolidar, que va a llevar un tiempo largo aún, el Departamento Judicial de Moreno – General Rodríguez y su independencia total.
– Era vicepresidenta, ¿qué pasó?
– Ingresé como consejera suplente dentro de un esquema donde había diferentes sectores que entendíamos que había que conformar el Colegio en sus inicios. Luego estuve como prosecretaria, en algún momento fui consejera titular y llegué a vicepresidenta, todo dentro de ese clima de lo que era la conducción del actual presidente a quien le reconozco un gran trabajo hecho con otros colegas para el nacimiento del Departamento Judicial y del Colegio. Dicho esto, hubo algunas diferencias respecto en cómo se estaba llevando a cabo la política colegial en cuanto a la necesidad de los colegas. Además, había un esquema en donde la voz de los jóvenes no era escuchada y al momento de votar estábamos condicionados. Sentíamos que no estábamos representados y el año pasado, cuando hubo elecciones de medio término para renovar la mitad del Consejo, que en realidad sería una prórroga de las elecciones que deberían haber sido en el 2020, nosotros armamos una lista alternativa a la del oficialismo.
– Algo se rompió…
– Después de haber formado parte de otra lista, aunque no había ido como candidata, no se me ratificó en el cargo de vicepresidenta y las autoridades actuales tomaron la decisión de sacarnos de todos los institutos y las comisiones en las que participábamos, aún teniendo representación a nivel provincial. Si bien hay una apertura desde el decir hacia todos los colegas desde el Colegio, en el hacer la verdad no se ve materializado.
– ¿Cuál es la situación hoy del matriculado?
– El matriculado hoy está atravesando otras cuestiones, no se siente representado por el Colegio o al menos veo que quienes se matriculan recientemente no consideran al Colegio como su segunda casa. Eso es lo que nosotros queremos un poco transformar, entendiendo que la problemática de la pandemia nos atravesó a todos y muchos colegas tuvieron que cerrar sus estudios y no tienen donde atender. Me parece que nosotros más allá de los lugares que en algún momento ocupamos o dejamos de hacerlo, nos tenemos que preguntar qué hay que hacer del colegio para que los matriculados se sientan parte, vengan a plantearnos sus inquietudes y nosotros podamos darle una real respuesta.
– ¿Cómo fue la renuncia a la gestión municipal?
– Trabajé en el municipio desde los 23 años. Fui abogada de Niñez durante la gestión del Licenciado Mariano West, asumí la jefatura de Ventanilla Única y renuncié en la gestión de Walter Festa. Volví ahora como subsecretaria de Gobierno a partir del 10 de diciembre de 2019 por convocatoria del primer secretario de gobierno de Mariel Fernández. Me parece que podríamos haber articulado mucho mejor desde mi rol de subsecretaria de Gobierno con la secretaría de Justicia pensando en pos del crecimiento del Departamento Judicial de Moreno – General Rodríguez. Aún formando parte del Colegio eso no se dio en los hechos, no pudimos trabajarlo de manera conjunta. Es importante marcar que yo soy de Moreno, que formo parte del Colegio desde su nacimiento, cuando tenía 24 años y que trabajo con abogados desde mis 18. A veces pongo en discusión, y esto no es solo de esta gestión, que haya funcionarios que no son de Moreno. Está buenísimo que articulen con el Colegio en la cotidianeidad pero no pueden marcar la agenda de la institución porque los funcionarios pasamos y las instituciones quedan.
– ¿La obligaron a renunciar?
– Si bien yo representaba tanto al Colegio como una función en el Ejecutivo, no perjudicaba en nada que yo pudiera seguir participando en el Colegio pero entendí que hoy permanecer en el gobierno de Mariel implicaba un condicionamiento para que yo pudiera representar a los abogados y abogadas en esta alternativa al oficialismo.
– ¿Por qué el matriculado debería elegir su lista?
– La mayoría de sus integrantes son abogados independientes, de mucha experiencia y hay muchos fundadores del Colegio. Tenemos como proyecto poner a la institución por encima de cualquier pensamiento político partidario. Pensamos en un proyecto a largo plazo que venga a renovar las energías en cuanto a seguir consolidando el Departamento Judicial porque creemos que también tenemos que hacer un abordaje territorial respecto de la comunidad y del servicio de consultoría gratuita, para que esta conflictividad social no estalle. Queremos que nuevas caras se sumen y que sea un Colegio de todos y todas y no de unos pocos.
– ¿En qué instancias está el Departamento Judicial?
– Es un proceso bastante largo. Tenemos una urgencia latente desde hace varios años que tiene que ver con el fuero de Familia. Moreno únicamente tiene unos 700.000 habitantes y solo tenemos tres Juzgados de Familia: dos con asiento en Moreno y uno en Rodríguez. Hace dos años un proyecto de Ley mencionaba la creación de los seis juzgados de Familia, pero perdió estado parlamentario. Fue presentado nuevamente. Hay una necesidad urgente y que nos debe poner en alerta a todos los sectores, haciendo mea culpa de qué estábamos haciendo cómo Colegio de Abogados en ese momento para que perdiera estado parlamentario. Después, faltan nombramientos que ya están determinados mediante ley respecto al fuero penal, la urgente necesidad de que se cubran el llamado a concurso de diez fiscales que viene muy demorado y la independencia total que tiene que ver con la creación de las cámaras propias, tanto en lo Civil como Penal, que actualmente continuamos dependiendo de Mercedes. Todo esto llevará años, porque tras los concursos por los nombramientos viene la cuestión edilicia. Hoy más que nunca debemos unir fuerzas para que todo esto no quede en un decir sino en un hacer.
