El secretario de Seguridad de Morón, Bernardo Magistocchi, realizó un balance del programa Ojos en Alerta a poco más de un mes de su puesta en funcionamiento. El funcionario contó que el sistema funciona a través de Whatsapp, aseguró que unos 2000 vecinos ya se inscribieron y dio precisiones de cómo se evitan las falsas denuncias, una tentación para los habitantes de prejuicio fácil.
Con el programa, los vecinos se conectan a través de WhatsApp con personal del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) para advertirles de un hecho delictivo o un accidente. En tiempo real, los usuarios le pueden enviar al operador mensajes de texto, fotos, videos, audios o la ubicación para que las fuerzas de seguridad o los funcionarios puedan tener mayores datos a la hora de resolver una eventualidad.
“La clave está en la capacitación, que dura cerca de media hora, donde se les brinda a los vecinos los detalles de cómo utilizar la aplicación para que termine siendo realmente operativa en la interacción con el COM”, explicó Magistocchi en diálogo con Último Recurso (FM Fribuay 90.7).
El funcionario indicó que no se trata de “un grupo de WhatsApp, sino de una charla privada entre cada vecino y un operador. Es un sistema muy estable que nunca pierde la comunicación, y la información que recibimos es escuchada por la policía. Tenemos un sistema donde hay personal del comando, de la fuerza local y de gendarmería, que van recabando los audios para retransmitir los datos a los móviles”.
Magistocchi mencionó dos recientes casos en los que el sistema previno un robo y una transacción de microtráfico y reconoció que Ojos en Alerta es una “herramienta clave” para la evitar delitos. “Para nosotros es como si en esa cuadra hubiera 10 cámaras. Además, se hace todo un trabajo de inteligencia que la cámara fija no lo tiene: porque el vecino puede detectar un auto estacionado en la cuadra que no es normal o alguien deambulando en una situación sospechosa”, subrayó el funcionario que responde al intendente Ramiro Tagliaferro, al tiempo que aseveró que la medida viene dando resultados positivos.
– ¿Se registraron falsas denuncias?
– Hacemos un seguimiento de todos los casos que son mapeados y el uso viene siendo muy responsable por parte de los usuarios. Además, firman una planilla donde se les explica las consecuencias que pueden tener por la mala utilización de este sistema y que después de dos o tres veces que den una alerta que no pueda ser corroborada o directamente una alerta negativa, la persona puede quedar fuera del sistema. Pero hasta hoy la utilización ha sido excelente, más que responsable.
– ¿Cómo juegan los prejuicios?
– La clave es que los vecinos tienen que saber que esta es una herramienta para acortar los tiempos de respuesta y generar mejores resultados. Si la alerta es falsa, tenemos muy en cuenta que estamos utilizando mal un recurso que podría estar en otro lado salvando una vida. Por eso los interesados deben participar de esta capacitación y todos los celulares quedan en una base de datos. Se firma un acuerdo entre el vecino y el municipio donde se le explica la correcta utilización de la aplicación. Cuando llaman al COM los operadores ya saben quién se está comunicando.
Vale aclarar que el primer municipio en poner en marcha esta iniciativa fue San Miguel que ya cuenta con unos 25.000 inscriptos. La idea se replicó en once distritos más.
