A 14 años de la desaparición de Luciano Arruga: “Aprendí a no ser indiferente”, dijo la madre

Mónica Alegre brindó declaraciones en un nuevo aniversario de la desaparición del joven que vivía Lomas del Mirador.

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Este martes 31 de enero se cumplieron 14 años de la desaparición de Luciano Arruga, cuya muerte todavía sigue impune. Luciano tenía solo 16 años cuando en circunstancias que nunca se esclarecieron, a fines de enero de 2009, salió de su casa del Barrio 12 de Octubre de Lomas del Mirador, y su cuerpo fue encontrado recién cinco años después, enterrado como NN en el Cementerio de la Chacarita.

La madre de Luciano, Mónica Alegre dio declaraciones a FM Tránsito 93.9, donde recordó al joven y las enseñanzas de todo este traumático proceso: “Aprendí a no ser tan indiferente, algo que enojaba a Luciano. Aprendí que la Justicia es una mierda y que la policía no nos cuida, nos mata y roba… pero a la vez lo que pasó con mi hijo me enseñó a querer más la vida”, expresó.

Aunque los funcionarios judiciales no dieron respuestas, Mónica aseguró que “la justicia la hago yo misma cuando abrazo a una madre y levanto la bandera de un pibe. El Negro va a desaparecer el día que yo deje de luchar”, señaló entre lagrimas.

El caso

Luciano Arruga desapareció el 31 de enero de 2009. Tenía 16 años y vivía en Lomas del Mirador, partido de La Matanza. Su cuerpo fue encontrado e identificado en 2014, luego de permanecer enterrado como NN en un cementerio.

Según la familia de Luciano, el adolescente fue detenido aquella noche por negarse a robar para los uniformados de la zona y fue reprimido como castigo. Al día siguiente, Luciano ingresó al Hospital Santojanni debido a un supuesto accidente de tráfico, pero los médicos no pudieron salvarlo ni identificarlo. Después de 11 días sin poder dar con su nombre o apellido, su cuerpo fue enviado a la morgue judicial y finalmente a La Chacarita.

Un testigo contó que a Luciano lo golpearon en la dependencia policial y después corrió hacia la Avenida General Paz. La investigación judicial nunca avanzó. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la familia de Luciano han solicitado en repetidas ocasiones un juicio político a las fiscales Roxana Castelli, Celia Cejas y al juez Gustavo Banco por su estancamiento en la investigación, pero estas iniciativas también han fracasado.

Un antecedente previo de violencia institucional había ocurrido el 22 de septiembre de 2008, donde Luciano también había sido víctima de torturas en la Comisaría Octava, lo que resultó en la condena a 10 años de prisión contra el exoficial de la Bonaerense Julio Diego Torales. Sin embargo, la muerte de Luciano sigue sin justicia hasta el día de hoy.

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