Con la anuencia de la justicia, una empresa comenzó a construir un zanjón de cuatro metros de profundidad en el enorme perímetro de un predio de Virrey del Pino, en el partido de La Matanza, para que los vecinos de la zona no tomen el lugar. Es que hace unos meses entre 300 y 400 personas ya habían empezado a construir sus casas allí, luego de haber sido estafadas por punteros políticos que le habrían vendido los terrenos.
La “fosa antitoma” mide unas 20 cuadras de extensión y buscaría conectarse con un arroyo, lo cual dejará ambos espacios divididos por una especie de río artificial en el medio. Mientras tanto, decenas de familias se instalaron en los alrededores a la espera de una nueva oportunidad para volver a ocupar el lugar, que había sido tomado en hace unos meses atrás y luego, según ellos mismos indicaron, la policía los desalojó y prendió fuego sus pertenencias e improvisadas casas.
Los supuestos damnificados indicaron que el lugar tiene deudas, no tiene dueños e insistieron con la idea de haber sido estafados por personas que fueron en nombre de la municipalidad de La Matanza, a quienes le pagaron para poder tener un lote en el predio.
“A mí me pidieron 50.000 pesos a pagar en cómodas cuotas. Muchas personas fuimos estafadas por empleados del municipio uniformados. Nunca pensé que me iban a estafar”, denunció Joseline, una vecina del lugar, al canal América TV. “Yo necesito donde vivir y nadie nos da respuestas”, expresó en otro fragmento.
En el móvil televisivo del canal América TV se puede ver las condiciones paupérrimas en las que tienen que vivir estas familias: casillas de maderas, carpas y sin ningún servicio básico. Aunque hicieron reclamos en el municipio y aseguraron haber realizado las denuncias correspondientes, no obtuvieron respuestas y el conflicto permanece.
A comienzos de agosto se realizó un operativo de desalojo que terminó con heridos. El barrio está ubicado a la altura del kilómetro 35 de la Ruta N°3.
Si bien la empresa está en plena construcción de la zanja con la que busca desalentar que otras personas crucen al predio privado, lo cierto es que se pone en peligro a los vecinos que ya viven allí ante las posibles inundaciones que podrían generarse. Además, las familias que habían tomado el predio ya comenzaron a montar improvisados puentes para cruzar.
