Tras permanecer nueve años prófugo, la Policía detuvo en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia a un hombre que era buscado por el crimen de su pareja, ocurrido en Virrey del Pino en 2014.
El detenido fue identificado como Antonio José Castellanos, por quien la Justicia ofrecía cinco millones de pesos, como acusado del homicidio de quien era su mujer, Sabrina Verónica González Rojas, quien tenía 35 años.
Castellanos fue detenido este domingo por hombres de la Policía de Chubut en una vivienda del barrio Favaloro, en la calle de la urbe patagónica, donde se había establecido junto a una nueva pareja y una hija pequeña, a la que sugestivamente llevaba el apellido de la víctima. Tras ser identificado por un oficial fue llevado a la Alcadía local, en calidad de detenido.
En su cuenta de la red social X, el ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz, destacó el accionar de la policía de esa provincia.
“Antonio José Castellanos estuvo más de 8 años prófugo. Se lo acusa del femicidio de su expareja. Recorrió el país y países limítrofes. Hoy fue capturado por el oficial Patricio Rojas. De la Policía del Chubut luego de un extenso trabajo de vigilancia. Mis felicitaciones para él”, expresó el ministro, según reprodujo Diario Jornada de Chubut.
El femicidio
El femicidio de González Rojas ocurrió el 5 de noviembre de 2014 en la calle Zado 5.347, en Virrey del Pino, partido de La Matanza.
En ese lugar convivía la víctima, quien trabajaba en el centro médico de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Ramos Mejía y tenía tres hijos, de 14, 16 y 18 años, con los que la pareja vivía en el barrio Vernazza.
Según la investigación realizada, la pareja empezó a tener constantes discusiones por lo que la mujer planteó la posibilidad de una separación.
En ese escenario, la mujer envió a sus hijos a vivir con sus padres, mientras que decidió ir con Castellano a vivir un tiempo a la casa del padre del hombre.
En ese lugar, la mujer fue encontrada asesinada a golpes y de una puñalada aplicada por la espalda. El cadáver fue encontrado por una hermana de Castellanos, que había acudido a visitar al padre.
Según se estima, Castellanos se habría fugado a Jujuy y distintas provincias, además de países limítrofes, mientras que también se habría cambiado el nombre, pero se lo logró atrapar tras una paciente investigación. Incluso, trascendió que una hija que tuvo tras rehacer su vida en clandestinidad llevaba el apellido de la víctima.
La causa por el femicidio es instruida por el fiscal de La Matanza Carlos Arribas.
