El joven de 29 años conocido como “Chaki Chan”, considerado como el jefe narco más peligroso y buscado de La Matanza, cayó detenido en las últimas horas durante un operativo realizado por la Policía Federal en el barrio Villegas, de la localidad de Ciudad Evita.
Nicolás Guimil, tal cual es su verdadero nombre, es sindicado como el líder de una red de narcotráfico que cubría la mayor parte de los barrios de la periferia del populoso distrito. Se sospecha que recaudaba unos diez millones de pesos diarios.
Guimil fue detenido en un operativo realizado en las últimas horas por la Superintendencia de Drogas Peligrosas, en el que se secuestró más de 25 kilos de estupefacientes, armas de fuego, dinero y vehículos. El sospechoso quedó a disposición de la jueza federal 3 de Morón, Alicia Vence, quien ordenó el mega operativo a instancias del fiscal de la PROCUNAR Diego Iglesias y del fiscal federal de Morón Sebastián Basso.
Los policías sorprendieron al presunto capo narco en una vivienda situada sobre la avenida 1000 de número 100, del mencionado complejo habitacional. Además de Guimil, fueron arrestados otros 12 supuestos integrantes del grupo criminal en un total de 18 allanamientos en los que intervinieron una veintena de hombres de la Policía Federal y en el que se incautó una importante cantidad de armas de fuego.
El accionar de “Chaki Chan” y su presunta ambición de poder quedó al descubierto para la opinión pública a principios de mayo pasado cuando se produjo un brutal tiroteo entre habitantes del barrio popular Las Antenas y narcos al mando de Guimil que intentaban ingresar al mismo.
Se sospecha que la intención era incorporar a “Las Antenas” a la amplia red de narcotráfico comandada por “Chaki Chan” que cubría los barrios de Villegas y 20 de Enero, en Ciudad Evita, donde presuntamente se “cocinaba” la droga, y las villas Puerta de Hierro y San Petesburgo, de Isidro Casanova.
Según indicaron voceros policiales, se pudo determinar que la banda lavaba dinero obtenido en forma ilegal en distintos negocios asentados en Lomas de Zamora y Esteban Echeverría como una empresa constructora, una ferretería y un local de comidas rápidas.
Además del comando de una poderosa banda de narcos, a Guimil la Justicia le adjudica la participación en cinco homicidios, aunque trascendió en forma extraoficial que el propio detenido se erige como autor de al menos 15 asesinatos.
