La campaña en su punto máximo de ebullición o el riesgo cierto de perder el territorio bonaerense quizá haya sido lo que llevó a María Eugenia Vidal a hacer un paralelismo muy desacertado entre lo que se juega en las próximas elecciones y la Tragedia de Once.
Haciendo un llamado para que la gente la vote, la gobernadora jugó con los peligros de volver al pasado o mirar al futuro: «Para atrás es viajar en un tren sin freno automático y que te pase la tragedia de Once».
Seguidamente, agregó: «Para adelante (en síntesis, votarla a ella) es que todos los trenes metropolitanos tengan freno y que se abran tres talleres ferroviarios después de 20 años y que le den trabajo a 200 personas».
Tras estos dichos, familiares y amigos de personas que murieron en ese accidente se manifestaron a través de un mensaje en su cuenta de Twitter para «repudiar profundamente tales expresiones».
«Tras lo sucedido la gobernadora se comunicó con nosotros para ofrecer sus disculpas. De todas maneras, rechazamos cualquier uso o intento de uso político de un hecho que nos destrozó la vida», concluyeron.