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Candela Gallardo se hizo conocida por una publicación viral en la que pide ayuda para juntar 1.790 dólares. La idea surgió de una conversación entre amigos. En los primeros días de marzo la joven de 19 años clasificó a los II Juegos Sudamericanos de Deporte Sobre Ruedas. No es la primera vez que Candela queda seleccionada en una competencia de ese nivel. Sin embargo, la falta de recursos hizo que no pudiese participar de esos eventos. ¿Otra vez el sueño se escurría entre sus manos? O eso parecía…
“Me llamo Cande y quedé clasificada para formar la Selección Nacional de patín artístico en los II Juegos Sudamericanos de Deportes sobre Ruedas. Su costo es elevado y debo recaudar la plata en pocos días. Quien pueda ayudar…”,
El puntapié fue un posteo en Twitter y en Instagram. “Yo estaba triste porque desde el 2017 venía haciendo estos clasificatorios y nunca podía por cuestiones económicas. Mientras hablaba con mis amigos, les decía ‘qué ganas de poder ir’ y me dijeron ‘pasame tu CBU que seguro hay mucha gente que te puede ayudar’. La cuenta regresiva se había activado. Candela clasificó a los Sudamericanos entre el 3 y el 5 de marzo. Para juntar los casi 1.800 dólares tenía menos de dos semanas. El monto está establecido por la Confederación Argentina de Patín y sirve, entre otras cosas, para cubrir alojamiento, vuelos, traslados, comida, inscripción. “Sin contar, no sé, si me quiero comer unas galletitas”.
Los Juegos Sudamericanos de Deporte Sobre Ruedas se disputarán en Asunción entre el 1 y el 7 de abril. Para poder costear su participación, la joven movilizó a familiares, amigos, deportistas y la comunidad de La Matanza. Hubo rifas y una clínica deportiva. También se hicieron aportes por transferencia bancaria e, incluso, recibió el apoyo de la Secretaría de Deportes de La Matanza. “Vengo llorando hace dos semanas, todos los días. Cuando vi que se sumaba gente colaborando de a puchitos no lo podía creer”, cuenta. Tampoco podía creer estar en las noticias y que la llamen para hacer entrevistas. “Así que lo único que hago es llorar y estar feliz, obviamente”.
Candela comenzó a relacionarse con el deporte a los seis años, en un club de González Catán. A una cuadra de su casa. Además de patín, hacía natación y danza. “Por temas económicos mis papás me dijeron que tenía que elegir uno porque no podían con todo. Me enamoré de patín y no dudé en elegirlo”. Con 9 años se federó y empezó a competir en campeonatos nacionales. Desde el 2017 comenzó intentar los pases a torneos internacionales. Actualmente representa al Club Social y Cultural Deportivo Laferrere. Bien desde el barrio. “Hubo un montón de gente que me dijo que me vaya a un club más grande donde pueda tener muchas más posibilidades. Yo decidí no hacerlo y demostrar que se puede desde acá”.
Además de patinar, le quedan dos materias para terminar el CBC de Medicina, tiene un emprendimiento de ropa y da clases de patín.
De La Matanza a Asunción
Paraguay la espera en pocos días. Ella ya imagina ese momento. “Siento que voy a estar en la pista y se me va a olvidar todo. La coreo no”, aclara. “Sino todo lo que hay afuera. Voy a ser yo con la pista nada más. Siento que lo voy a disfrutar un montón. Estoy muy emocionada y quiero que ya llegue el día”. Patinar lo es todo en la vida de Candela. “Creo que no vivo por patín, sino que patino para vivir. La vida es mucho más linda cuando estoy arriba de mis patines. Cuando tengo días malos, con ponerme los patines todo mejora. Me pongo a saltar, a girar, a hacer coreo… Si mi día es lindo, va a ser más lindo todavía”. Después de Paraguay, se vienen los Panamericanos y la posibilidad de clasificar a un Mundial. “Ese es mi gran sueño”.
