Si bien aún no se tomó la decisión final todo indica que el concejal de Cambiemos, Nicolás Canario Soto, será el próximo titular del juzgado de Garantías 1 de Morón, en reemplazo de Mónica López Osornio, quien se jubiló de manera anticipada por invalidez hace más de un año. La denominada «familia judicial» del oeste está inquieta luego de advertir que el dirigente que responde al intendente Ramiro Tagliaferro está mejor posicionado en la terna que sus otros dos contendientes que tendrían más experiencia que él en los tribunales.
Canario Soto ocupó el quinto espacio en la lista de Cambiemos en 2017 y desde ese momento se convirtió en parte de la mayoría automática del oficialismo en el recinto. De 2015 a 2017, fue secretario de Unidad de Gestión Comunitaria Nº 6 de Morón sur, un espacio caliente donde el entonces concejal macrista, Christian Salinas, le disputó el territorio.
Salinas cayó en desgracia a principios de 2017 luego de que trascendieran algunos mensajes de audio en los que apretaba a ciertos trabajadores que habían ingresado en la Municipalidad por militar con él. En concreto, les pedía que dejaran parte de su sueldo en la campaña de Cambiemos. Incluso, el puntero hacía alarde de haber recibido órdenes de Tagliaferro.
Acorralado por las denuncias, Salinas renunció de mala gana y se inició una escandalosa pelea en la UGC Nº 6, en donde las patotas que respondían al ex concejal pretendían mantener sus privilegios. Hubo despidos, peleas, forcejeos y hasta amenazas con armas, según denunciaron un grupo de trabajadores víctimas de este accionar.
Salinas, de extracción peronista, hacía alarde de que a Canario lo había puesto él en la UGC Nº 6. Pero el joven dirigente macrista logró despegarse de la imagen del puntero y quedó situado en la vereda opuesta a la del violento y unos meses después de este episodio integró la lista de concejales de Cambiemos.
Antes de entrar en la política, Canario llegó a ser prosecretario de la UFI Nº 7 de Morón, cuyo titular es el fiscal Matías Rappazzo, presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de Morón. El cargo que ocupó en esta dependencia es el más alto previo a ser fiscal.
“Canario entró en la terna gracias a Tagliaferro. A esa instancia llegas con apoyo político sí o sí. El puntaje que obtuvo en los exámenes no fue de los mejores”, comentó un vocero que conoce de rosca judicial y política, quien precisó que los otros dos contendientes por el cargo son: el propio secretario del juzgado de Garantías Nº 1 de Morón, Bernardo Bonini, y la prosecretaria de un juzgado de Menores, Laura Pinto.
El concejal alcanzó 120 puntos en su exámen, lo mínimo que se exige para ser ternado sobre un puntaje ideal de 200. Los adversarios de Canario tampoco sobresalieron en sus notas. “No hay dudas de que será el próximo juez”, indicó otra de las fuentes. De Canario dependerá la suerte procesal -si van a la cárcel o no- de gran parte de las personas investigadas en Merlo, Morón, Ituzaingó y Hurlingham.
Barro político
Curiosamente, sobre sus espaldas el dirigente macrista arrastra una causa penal -al igual que Tagliaferro y todos los concejales del oficialismo- por haber quitado a través de una ordenanza el busto de Néstor Kirchner de la Plaza de Morón. Todos quedaron imputados por los delitos de Desobediencia, Incumplimiento de los Deberes de Funcionario Público y Omisión o Retraso de actos de Oficio luego de que el poder político local desobedeciera la orden del Juzgado en lo Contencioso Administrativo a cargo de la jueza Mónica Luján López de suspender esa medida.
Esa investigación quedó radicada en la UFI Nº 1 de Morón, a cargo del fiscal Javier Ghessi, quien hasta hace menos de dos años compartía oficinas con Adrián Flores, el fiscal que dejó a mediados de 2017 el Ministerio Público para asumir como secretario de Gobierno de Morón. Por razones que no trascendieron, Flores fue funcionario de Tagliaferro por apenas un año y en mayo de 2018 renunció. Vale decir que el expediente que tramita la UFI Nº 1 contra los funcionarios y concejales de Cambiemos está archivado.
También hay que aclarar que cuando Flores saltó de la justicia a la política había solicitado un permiso especial al procurador bonaerense Julio Conte Grand, quien se lo rechazó y lo obligó a renunciar a la fiscalía con la promesa de si quería volver al Ministerio Público, le ofrecerían un cargo en la mismísima Procuración. Y así fue, aunque No Ficción pudo saber que Flores volvió a la justicia pero con un cargo menor al de fiscal.
Hace un año atrás, la gobernadora María Eugenia Vidal presentó junto al ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, tres proyectos de Ley que contemplaban la Reforma Integral de la Justicia. En el encuentro, la mandataria aseguró: “Tenemos jueces y fiscales que llegaron a esos lugares por influencia política o judicial y no por su propio mérito».
Más allá de estos dichos, la mandataria tiene la última palabra en los nombramientos y se presume que prontamente firmará el decreto por el cual el concejal que milita con su ex marido lo convierta en nuevo juez de Garantías de Morón.