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A principios de abril, de manera conjunta las diócesis de San Justo y Gregorio de Laferrere, emitieron un duro comunicado por la situación social que atraviesa la región. Las críticas estuvieron dirigidas en torno al crimen del colectivero Daniel Barrientos, que conmocionó a la opinión pública, y desnudó la falta de políticas de seguridad en el territorio. Ahora, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, mantuvo un encuentro con el obispo de San Justo, Monseñor Eduardo García, “para coordinar acciones conjuntas que lleven soluciones a quienes más lo necesitan”.
“Como Gobierno local estamos comprometidos a trabajar en unidad con todos los sectores para llevar más justicia social a cada rincón del distrito, y para que nuestras y nuestros vecinos tengan las mismas oportunidades de acceder a derechos fundamentales para su desarrollo”, subrayó Espinoza, eje en el cual insiste en cada una de sus apariciones públicas.
En esa línea, además publicó en sus redes dos imágenes fraternas con Monseñor García y retomó una de las reflexiones más pronunciadas por el Papa Francisco, al sostener que “en un mundo que construye muros se deben construir puentes por el bien común”.
La crítica de la Iglesia
Días posteriores al asesinato de Barrientos, la Iglesia lanzó un comunicado en el que dijo: «La sensación de los vecinos es que vivimos en territorio liberado o negociado. Liberado porque se hace la vista gorda a menos que el hecho se venga encima y no haya más remedio que actuar; negociado porque atrás de esta inseguridad sabemos que operan las grandes mafias de los narcos que han invadido con su negocio nuestros barrios y tienen como soldaditos a nuestros pibes o como consumidores que salen a robar lo que sea para poder ir a comprar la “merca” que necesitan para seguir viviendo».
«Necesitamos una política de seguridad que encare esta problemática y que lo resuelva con más efectivos en la zona de los hechos hasta que las aguas bajen. Una de las cosas más lamentables es que no se trata de grandes atracos, desfalcos o robos programados a los ricos, lo cual tampoco está bien, sino que se está generando una guerra de pobres contra pobres», agregaron en el documento conjunto.
Luego, también dedicaron unas palabras para el colectivero fallecido: «Acompañamos a la familia de Daniel en este momento tan duro, como a las de tantos otros confiando en que su sangre derramada no sea en vano sino que nos ayude a tomar conciencia», empatizaron.