La comunidad vinculada al Club Social Villa Sarmiento se encuentra movilizada para que la pileta de la institución no se vea afectada por las consecuencias de los tarifazos. De un año al otro, los concesionarios del espacio recibieron una boleta de gas de 62.000 pesos, el cuádruple de lo que venían abonando, aunque el consumo de la institución es cada vez menor.
“De un mes a otro el aumento fue de un 400%. Hemos barajado muchas opciones y queremos seguir brindando el servicio: es una pileta climatizada y las instalaciones deben ser acorde. El agua no puede estar fría y los vestuarios tienen que estar calefaccionados”, explicó a No Ficción Radio Cintia, quien es psicomotricista y trabaja en la pileta a la que asisten vecinos que van a entrenar, aprender a nadar o a hacer actividades recreativas.
Cintia es parte del equipo de profesionales que junto a terapistas y kinesiólogos, brindan un servicio a las personas con discapacidad, ya sea motriz o mental. A este problema de las tarifas, a muchos especialistas se le suma el atraso del gobierno que les deben varios meses por el servicio que brindan a través del PAMI o del Programa Federal Incluir Salud.
“Este aumento no tuvo que ver con el consumo: de julio – agosto de este año, contra julio – agosto del año pasado se consumió muchísimo menos. Intentamos ser lo más eficiente posible, pero el aumento nos impactó sideralmente”, continuó Cintia.
“Frente a esta problemática que no podíamos afrontar, tuvimos la suerte de que todos los socios de la pileta se autoconvocaran, en una especie de salida solidaria, para hacer un evento, una lotería familiar”, contó la joven. El evento se realizará el próximo domingo 16, en el mismo club, situado en Ricardo Gutiérrez y Estanislao del Campo, en Villa Sarmiento, Morón.
Con lo recaudado, los concesionarios planean saldar la deuda, pero saben que no pueden hacer este tipo de eventos de manera reiterada. Desde la empresa apenas les ofrecieron tres cuotas para pagar las boletas. Por eso, Cintia y sus compañeros apuntan todos sus cañones a las gestiones que están haciendo en el municipio para que puedan ser contemplados en la tarifa social. “Ya dimos el primer paso, sabemos que la burocracia lleva su tiempo. Pero es muy importante que pueda salir algo por ese lado para que podamos seguir funcionando y cumpliendo con este rol social en el barrio”, concluyó la profesora.