A horas de los comicios en el Colegio de Abogados de Morón, Jorge Frega, uno de los tres candidatos a presidir el organismo dialogó con No Ficción sobre los desafíos que tendría por delante en caso de ganar las elecciones el próximo martes. Ante ese escenario, el dirigente aseguró que realizará una auditoría general y no descarta plantear denuncias penales si se encuentra con irregularidades en la gestión del cuestionado Jorge Barberis, actual titular del cuerpo.
El CAM tiene unos 3100 matriculados de los cuáles suelen participar del acto electoral unos mil. En esta edición, competirán Frega por la lista Verde; Laura Arcaín, emparentada con Barberis; y Gustavo “Jimmy” Budiño de “Gente de Ley”. La principal misión de todo Colegio es llevar el registro y control de la matrícula para que, entre otras cuestiones, los abogados respeten los principios éticos de la profesión.
Frega explicó que el organismo debe ser “un instrumento de capacitación constante ante el avance del Derecho y sus modificaciones permanentes” y una “herramienta gremial de defensa de sus incumbencias frente a otras profesiones y a los poderes del Estado”. En tal sentido, se quejó de que el Ejecutivo y el Legislativo “a la hora de tomar decisiones o de legislar toman resoluciones inconsultas que afectan tanto al ejercicio de la profesión como de la gente”.
El actual director de la Caja de Abogados de la Provincia de Morón indicó que su equipo de trabajo pondrá especial énfasis en “defender el trabajo del abogado” al considerar que está en “una condición de inferioridad económica frente a las grandes corporaciones. La no distribución de la riqueza aplica también para nosotros que afrontamos altos niveles de concentración profesional”.
Para revertir esa situación, Frega propone convertir al Colegio en una “herramienta útil” y que el organismo no se quede quieto, sino que vaya al territorio: “Hay que ir a buscar a los matriculados a su trabajo, adonde viven o necesiten de nuestro acompañamiento. Hoy la actitud del colegio es pasiva”.
“El abogado no es el origen de todos los problemas del país. Se habla de la industria del juicio y pareciera que el que reclama en nombre de la gente tiene la culpa de que la gente reclame. El Estado se victimiza y queda como el pobre e indefenso ante los malvados abogados que hacen su trabajo. Entonces, sacan resoluciones para tratar de evitar que la gente reclame. Esa película y ese relato es totalmente inverso a la realidad. La gente reclama porque tiene necesidades, los jubilados cobran una miseria y a los trabajadores se los despide. Los ataques en nuestra contra, como cuerpo, se han puesto a la orden del día. Quizá otros profesionales como los economistas cometen peores malas praxis que los abogados y sin embargo ellos siempre tienen mejor prensa. Ellos vienen a salvar a la patria y nosotros a hundirla”, ironizó.
– ¿Por qué los abogados tienen mala prensa?
– La gente y el Estado piden estabilidad jurídica pero le molesta cuando el Derecho traba cualquier negociación. Lograr dinamismo en las instituciones jurídicas y a la vez generar seguridad es difícil. Pero es un arte que los abogados sabemos hacer bien. A veces los legisladores se olvidan de consultarnos, entonces sacan leyes para la tribuna o quedar bien con algún sector que presionó más o menos y se olvidan de la cuestión técnica. Tenemos mala prensa porque cuando los legisladores o el Ejecutivo se equivocan los que salimos a decirle te equivocaste somos nosotros.
Frega no es la primera vez que compite por un cargo en el CAM. Hace décadas comenzó siendo consejero suplente y luego ocupó distintos espacios como la vicepresidencia del Colegio y la presidencia del Tribunal de Disciplina. Además de estar a cargo de la Caja de Abogados de Morón supo ser secretario general durante dos períodos de la Coordinadora de Cajas de Previsión y Seguridad Social para Profesionales de la República Argentina. También es titular de cátedra en las universidad de Morón y de la La Matanza.
– Hasta hace unos años acompañaba al oficialismo del CAM. ¿Qué pasó?
– En su momento habíamos conformado un frente con distintas agrupaciones para lograr la administración del Colegio que hacía un largo período conducía una facción, hoy prácticamente inexistente. Pasó mucho tiempo desde esa época y en el medio se consolidó una figura y un esquema muy personalista que no permitió escuchar otras versiones ni posiciones. La gota que rebalsó el vaso está ligada a dos cuestiones: la construcción del edificio que quedó fallida y un acontecimiento bastante escandaloso cuando hace dos años aparecieron sorpresivamente cámaras en los cuartos oscuros durante las elecciones. Todo esto, nos movió a pensar la posibilidad de algo distinto sin tirar por la borda lo bueno que se hizo y tratar de darle un aire nuevo a lo que creemos que tiene que ser un Colegio de Abogados.
– En caso de asumir, ¿piensa encontrar un Colegio ordenado?
– Quiero creer que la deficiencia en la gestión es por desgaste y falta de control, tanto del oficialismo como de la oposición tradicional que tampoco se preocupó lo suficiente. Esto va a generar que encontremos algún desorden y es difícil imaginar su alcance. Por el bien de los matriculados espero que no sea grave. Estamos dispuestos a hacer todo lo que haya que hacer para ordenarlo. Si hay cosas que están mal hechas habrá que corregirlas y las que están bien mantenerlas. Si hay alguna irregularidad malintencionada habrá que investigarla y llevarla a sus últimas consecuencias. Cada vez que llego a un lugar hago una auditoría y en caso de asumir en el CAM, no será la excepción.
– ¿Está garantizada la normalidad del acto electoral?
– No están dadas las condiciones como uno quisiera. Como agrupación le pedimos al Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, dada la anulación de las elecciones de hace dos años, que nos mandara un veedor para garantizar una correcta elección. Lamentablemente, nuestro pedido no fue escuchado. No quisimos montarnos en la escalada de ir a la justicia. No es que tengamos miedo porque me parece que se aprende de las cosas: que la candidata del oficialismo sea Arcaín significa que algo cambió pero su figura no es garantía suficiente. Trabajaremos para que no haya irregularidades. Deseo que todos nos pongamos en resguardo de estas situaciones que desprestigian aún más a nuestra profesión. Quiero que los abogados estén orgullosos de serlo y de nuestro colegio. Somos fanáticos de la abogacía, entendiéndola como una tarea noble y digna. Este tipo de actitudes entre mezquinas e infantiles de tomar algunas instituciones como propias no la comparto ni la compartiré nunca.