Postales de una mansión narco: un BMW dorado, mesa de póker y pileta, así cayó en Ituzaingó “El Rengo” Pacheco

Se trata del capo de la droga que estaba prófugo hace diez años. Hubo 22 allanamientos en simultáneo y lo encontraron en una casona de Parque Leloir. Mirá las imágenes en esta nota.

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La policía de la Provincia de Buenos Aires logró detener a Javier Pacheco, alias “El Rengo”, un capo narco de la Zona Oeste que estaba prófugo de la justicia hacía diez años. La investigación, que se inició en noviembre pasado, concluyó con un impresionante despliegue, que incluyó 22 allanamientos simultáneos por orden del Juzgado Federal en lo Criminal 2 de Morón, a cargo de Jorge Rodríguez.

La historia de Pacheco nació en San Martín, más precisamente en la Villa 9 de Julio, donde se lo recuerda por los enfrentamientos sanguinarios que lo llevaron a ganar terreno en la venta de drogas. Pero como todo narco, tuvo un “padre”: Gerardo Goncebat, que hacía sus negocios en paralelo a su máximo competidor, el conocido “Mameluco” Villalba, preso y condenado por la venta de drogas, y vinculado al crimen de Candela Sol Rodríguez.

Al Rengo la suerte le jugó a favor: a la muerte de Goncebat en enero de 2011, tras una balacera, se le sumó la detención de Mameluco. Así copó toda la venta de drogas de la Villa 9 de Julio y desde ahí comercializaba en distintos puntos de la provincia, desde Moreno hasta la localidad balnearia de Pinamar. Lo llamativo es que Pacheco no estaba registrado en ningún lado, no había blanqueo de dinero con supuestos negocios o empresas, ni siquiera deudas en la tarjeta de crédito. Por eso la policía comenzó a trabajar en un seguimiento minucioso para dar con el capo narco.

Y este fin de semana, la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado Ezeiza de la Policía Bonaerense arrestó al Rengo junto a siete laderos en una mansión ubicada en la calle Gauchos de Güemes 1996 de Parque Leloir, en Ituzaingó. Le encontraron un kilo de cocaína fraccionada en tres mil bolsas, casi tres kilos de marihuana, 32 celulares, siete balanzas digitales, dos computadoras, termoselladoras, máquinas de contar billetes y dinero en efectivo.

Hasta ahí el negocio. Luego, venía el lujo: dos vehículos UVT Honda y Kawasaki, un BMW dorado, dos autos de gama media, una mesa de póker en el living de tres metros de largo, y una pileta típica de casa quinta. De esta manera, el ministerio de Seguridad informó que con “este importante operativo se desarticuló la totalidad de la organización criminal, desde las bases en la venta y distribución en los barrios de emergencia siguiendo por los fraccionadores y finalizando con la captura del jefe”.

Esta mañana en rueda de prensa, el ministro de Seguridad Bonaerense, Sergio Berni, no escatimó en mostrar a Pacheco como su trofeo: “Parece de película de ficción pero así viven los capos narcos. Comenzó su carrera como sicario, fue buscado durante 10 años por el asesinato comprobado de cinco personas relacionados con la venta de droga”.

En esa línea, Berni resaltó que “hace nueve meses que lo venimos investigando, hay documentos que prueban plata prestada por $600 millones, una modalidad que ahora el narcotráfico utiliza” para mantener la red de venta de drogas.

“Desde la mañana los estoy esperando”, se le llegó a escuchar al Rengo al ser detenido en su cama, recién despierto. Ahora está detenido e imputado como jefe de una asociación ilícita.

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