Dónde estudiar Diseño de Videojuegos en zona oeste: salida laboral y perspectivas del negocio

¿Cuánto trabajo hay detrás de un videojuego? ¿Cuáles son las principales características del sector en nuestro país? ¿Cómo es la salida laboral y qué buscan las empresas? Los detalles en esta nota.

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Los videojuegos ya son una industria que está en plena expansión en Argentina. Es por eso que se convirtió en un sector atractivo y muchos estudiantes lo ven como una opción para su carrera profesional.

En el país hay un total de 1.916 trabajadores que se encuentran en actividad: 1.264 full time, 148 part time y 504 freelancers. Sin embargo, la industria nacional de videojuegos aún tiene mucho más para dar, tanto de juegos propios como de mano de obra calificada para seguir creciendo.

Según informó el medio Tiempo Argentino, la industria de los videojuegos en el país facturó en 2020 casi 87 millones de dólares. En 2019 habían sido 72 millones. El 74% de ese producto fue exportado, principalmente a los Estados Unidos, Canadá y en menor medida a la Comunidad Europea; el resto se consume en el mercado interno.

¿Te imaginas desarrollar un videojuego que en el futuro sea descargado o comprado por miles de argentinos? ¿Sos creativo y tenés ideas en mente? En esta nota, todos los detalles sobre una carrera que está en pleno crecimiento.

Dónde estudiar Videojuegos Zona Oeste

La carrera de desarrollador de videojuegos es una de las especialidades que dictan dos casas de estudios de la Zona Oeste: el Centro Universitario de Innovación (CUDI) de La Matanza en González Catán; y la Universidad Nacional de Hurlingham. Las carreras en ambas universidades son tecnicaturas, por lo que su duración es de tres años.

A raíz del avance de esta industria, No Ficción lanzó SuperInnova, el Podcast sobre nuevas tecnologías en la Zona Oeste. En el episodio sobre videojuegos hablan José Guerra Prado, director de la carrera en el CUDI La Matanza; y con Ezequiel Heyn, representante de Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA).

Diseño y Programación de Videojuegos Zona Oeste

Es fundamental entender que es una profesión donde tienen que producir videojuegos. Mucha gente se anota porque le gusta jugar, pero no es lo mismo desarrollar videojuegos. Todo el trabajo detrás de un proyecto es inmenso, así que hay que tomarlo con la seriedad que se toma cualquier carrera profesional”, comenzó aclarando Guerra Prado.

El director de la carrera en el CUDI de González Catán explicó que los alumnos que concurran a esa casa de estudios “van a encontrar materias relacionadas al diseño lúdico, a los juegos de mesa, con la gestión cultural o de proyectos y también materias de producción”.

En relación a cómo está hoy el sector en cuánto a mano de obra, especificó: “Los perfiles más difíciles de conseguir son los de producción, que son los que estamos formando nosotros para la industria“. Por eso en el CUDI tienen “una formación bastante integral, donde los perfiles principales son los de gestión, producción y game site. Hay algo de programación, pero no es el fuerte de la carrera”.

Carrera Game Design Zona Oeste

Ezequiel Heyn, representante de Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA) habló del camino que queda por recorrer en el mercado: “Hace falta ir profesionalizándose en los juegos, porque programadores hay un montón, pero programadores que quieran hacer videojuegos es más reducido”.

El especialista destacó que “la mano de obra calificada existe, pero falta la integración de esa mano de obra al mercado. Hay expectativas altas en el país porque la profesionalización cada vez se va desarrollando más. Es probable que de acá a cinco años hay un salto más. La industria está creciendo un 20% por año”.

De acuerdo al último informe estadístico del Observatorio de la Industria Argentina de Desarrollo de Videojuegos al que accedió Tiempo Argentino, el 71% de los estudios de programación fueron creados entre 2015 y 2020.

Respecto de la magnitud de los proyectos, el 53% de las firmas del sector son consideradas microempresas; el 36%, pequeñas; y el 11%, medianas. El 40% de los programadores son monotributistas, y un 21% se maneja en la informalidad.

En cuanto a sus actividades, en un 42% los estudios desarrollan y venden juegos propios; un 36% proporciona servicios a otras empresas; y un 22% se vuelca al desarrollo de software, apps, diseño web, animación y otros productos audiovisuales.

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