Luego de seis años, los cinco médicos acusados por la muerte de una embarazada y su hijo en el Instituto Médico Agüero ubicado en el partido de Morón, irán a juicio oral.
María Marta Potenza, Marco Antonio Ayllon Juanes y Juan Carlos Copacaba Carmona están imputados como coautores del delito de “doble homicidio culposo”, mientras que Carlos Enrique Camargo Montero y Carlos Eduardo García enfrentan cargos por “homicidio culposo”.
En mayo de 2013, Mariela del Valle González, de 35 años, había ingresado al centro de salud por un fuerte dolor en la espalda. Tras recetarle algunos calmantes, los doctores que la atendieron la enviaron a su casa, asegurándole que no se trataba de un problema grave.
Días después, la mujer volvió a la clínica debido a que el dolor persistía. Allí, los obstetras constataron que el bebé no presentaba latidos, por lo que tuvieron que realizarle una cesárea de urgencia, pero no pudieron reanimarlo. Luego de la intervención y a pesar de su estado crítico, la mujer quedó internada en una sala común, donde se descompensó y falleció.
“Hicieron todo mal. No tuvieron consideración ni por ella ni por el bebé. No les importó nada. Nadie controló nada. Acá murió gente y continúa muriendo, pero siguen trabajando”, había denunciado en ese momento Luis Zayas, marido de la víctima.
La fiscal Cecilia Cortfield, quien había estado a cargo de la investigación, señaló que una pericia médica, realizada por la Asesoría Pericial de La Plata, constató que si hubieran diagnosticado el síndrome de Hellp -una complicación obstétrica severa-, que es lo que la mujer presentaba al momento de la primera consulta, “se hubiera reducido casi en su totalidad la mortalidad tanto del bebé como de ella” .
