Si querés recibir las noticias del oeste en tu celular o enviar tu comentario, entrá a nuestro Whatsapp. También a Instagram, Twitter y Facebook.
Esta es la historia de Lula, una yegua que pudo torcer su destino gracias a un comprometido grupo de colaboradores y trabajadores del Municipio de Merlo. El animal fue rescatado por el equipo denominado “Prohibición de Tracción a Sangre” y mientras aún se repone, el 10 de diciembre recibió la bendición de una cría, Vicky.
Lula fue encontrada en el mes de septiembre sobre la Avenida Unión, partido de Merlo, por la policía bonaerense cuando realizaban un patrullaje de rutina. Los efectivos al ver la situación en la que estaba el animal, decidieron llamar al grupo para que ellos se encarguen profesionalmente de la situación, ya que sufría maltrato por el supuesto dueño.
No Ficción pudo contactar con Eliana Korpache, funcionaria que trabaja en este proyecto, y dijo: “Lula estaba en malas condiciones, fue maltratada, estaba desnutrida, tenía infecciones a causa de lastimaduras abiertas y también poseía mataduras de carro. Fue llevada a un lugar seguro, en donde fue atendida con un seguimiento arduo para asegurar su salud y la de su cría”.
“Debido a las condiciones en las que se encontraba Lula, nos vimos obligados a darle un cuidado muy intensivo, le suministramos antibióticos, vitaminas y complementos con el fin de que ella y su cría puedan sobrevivir”, explicó la referente del equipo.
Vicky, su hija, nació el 10 de diciembre en perfectas condiciones gracias al cuidado que les dieron los veterinarios. Aun así, siguen con un cuidado preventivo ya que tienen secuelas del maltrato sufrido, por eso mismo continúan con recetas de vitaminas y complementos para recuperarse a la perfección.
Detrás de “Prohibición de Tracción a Sangre”, hay un grupo reducido de personas encaminadas a mantener y seguir adelante este gran proyecto para salvar la vida animal. El mismo está en funcionamiento hace aproximadamente dos años.
Ellos actúan cuando reciben los llamados de la policía bonaerense que advierten situaciones o posibles casos de abuso animal. En el grupo trabajan cuatro personas, entre los que se encuentran un cuidador y personal veterinario, quienes están a cargo del secretario de Delegaciones, Mauricio Canosa.
