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Choferes de colectivos, familiares de víctimas de la inseguridad y vecinos se movilizaron a la Rotonda de San Justo para pedir “justicia” por el asesinato del conductor de la Línea 620 Daniel Barrientos, asesinado un mes atrás.
La protesta también sirvió para recordar los crímenes de los choferes Pablo Flores, que trabajaba en la 218 y fue ultimado en 1 de octubre de 2020, y Leandro Alcaraz, de la 620, asesinado el 15 de abril de 2018.
También se exhibieron pancartas y carteles con nombres de otras víctimas de la inseguridad en La Matanza.
Los manifestantes se apostaron en la Rotonda de San Justo, causando una importante congestión de tránsito en uno de los puntos neurálgicos del populoso distrito de La Matanza. Poco después del mediodía, se dirigieron a la Plaza San Martín, sede de la Municipalidad.
El malestar con respecto a la investigación del crimen de Barrientos se profundizó con la liberación de los dos únicos detenidos que tenía el caso por faltas de evidencias.
“No cambió nada. Hay más presencia policial, pero menos que los primeros días después del asesinato del compañero. Ya no hay más controles”, expresaron delegados de la Línea 620 al sitio El1Dgital.
Además aseguraron que no hubo avances en cuanto a las medida de seguridad para choferes y colectivos en el distrito: “Lo de las cámaras también quedó todo igual. Ya pasaron cinco años desde el asesinato del compañero Leandro Alcaraz, en su momento hubo promesas y no hay puesta una sola cámara nueva. No hay centro de monitoreo en funcionamiento. Eso es todo verso, discurso político y nada más”, se quejaron.
En el mismo sentido, señalaron que “Gendarmería ya no está más. Hay cosas que no van a cambiar. Todo fue un poco para mostrar, después tapar y nada más”, mientras señalaron que desde que ocurrió el asesinato, quedó suspendido el servicio al barrio Vernazza, donde ocurrió el hecho.
Una semana atrás, por falta de pruebas fueron liberados Alex y Gabriel Barone, de 19 y 24 años, quienes habían sido detenidos como sospechosos de haber participado en el hecho, horas después de ocurrido.
Pese a haber sido apuntados en ruedas de reconocimiento, el barrido electrónico demostró que no habían manipulado armas de fuego, por lo que el fiscal Gastón Duplaá decidió liberarlos, luego de haber pasado varios días en el penal de Melchor Romero.
Tras esa decisión, Duplaá fue removido de la causa por decisión de la Fiscalía General de La Matanza y su lugar lo tomó el titular de la UFI 11, el fiscal Adrián Arribas.
El crimen de Barrientos, de 55 años, se produjo el 3 de abril pasado, minutos después de las 4.30, cuando dos delincuentes abordaron el interno 87 de línea 620 en la parada situada en el cruce de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza, a la altura del kilómetro 41,700 de la Ruta 3, en Virrey del Pino.
Cuando subieron al colectivo, los sospechosos amenazaron con armas a los pasajeros y exigieron que entregaran los celulares. Luego, los asaltantes le dispararon dos balazos a Barrientos, quien cayó sobre el volante y murió en el acto.
En ese momento, uno de los pasajeros se identificó como integrante de la Policía de la Ciudad, descendió del colectivo y comenzó a perseguir a los asaltantes. Así se produjo un tiroteo en el que se dispararon 16 balazos.
El hecho derivó en un paro y protesta de colectiveros, en la que se produjo una violenta agresión contra el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Beni.
