El cambio de un gobierno siempre genera expectativas en la gente. La llegada de una nueva administración, en este caso a nivel municipal, hace que se renueven las esperanzas de las personas que apostaron por un nuevo gobierno. En varios municipios de zona oeste se inició la transición a partir del 28 de octubre pero las internas hace que ese panorama esperanzador no se traslade a sus trabajadores.
¿Fuego amigo?
En Moreno, Walter Festa dejará el mando a manos de Mariel Fernández, quien ganó la interna local del Frente de Todos local y luego se impuso en las elecciones generales. En este distrito, los trabajadores municipales venían reclamando por una recomposición salarial para compensar los efectos de la inflación. Luego de meses de negociación habían llegado a un acuerdo del 15% pero desde ATE señalan que no se hizo efectivo y continuaron con los paros.
A raíz de esta situación, desde el municipio emitieron un comunicado responsabilizando a este gremio por no poder cumplir con lo pactado: “Por medidas de fuerza de sólo un sindicato se torna imposible pagar los sueldos”, señalaron.
“Las medidas de fuerza realizadas por una organización sindical se han focalizado en evitar que el Municipio recaude. Esa recaudación tiene por objetivo primario cumplir con las obligaciones salariales de todos los trabajadores. En este marco, es nuestro deber comunicar que el daño ocasionado en la recaudación genera una imposibilidad para cumplir con las obligaciones mensuales”, agregaron.
En el texto advierten que “es evidente la clara intención de dañar la economía municipal y familiar de los trabajadores. En el día de ayer (lunes 4 de noviembre) se acordó un plan conjunto para cumplir con el aumento previsto, pero las medidas de público conocimiento desechan lo pactado”.
El secretario General de ATE, Walter Cravero, acusó recibo y respondió: “Deslindamos cualquier responsabilidad que nos quiera adjudicar el intendente”. En declaraciones al medio local Desalambrar, el dirigente se refirió al piquete y la olla popular que se mantuvo durante gran parte del día en la plaza Mariano Moreno, a metros de la municipalidad: “Estamos decididos a permanecer en el reclamo pero profundizando las medidas. Lo que hicimos hoy surge de que ya no hay credibilidad en la palabra del intendente”.
“Ya no hay margen –continuó Cravero- para proponer un impasse, esto llegó a un punto límite y el comunicado que saca la Municipalidad fogonea mucho más el conflicto».
Miles de horas extras sin pagar
En Morón ocurre una situación similar. Tras la derrota del domingo 27 de octubre, Ramiro Tagliaferro tiene que entregar el poder el próximo 10 de diciembre y, en principio, sus representantes ya se encuentran trabajando en la transición con los referentes del intendente entrante, Lucas Ghi. Pero los trabajadores volvieron a quedar en el medio y, al parecer, miles de horas extras fueron mal liquidadas por la gestión macrista.
El viernes pasado, el secretario General del Sindicato de Empleados y Trabajadores Municipales de Morón, Luis Duré, y su par de SUTEBA Morón, Eduardo Calvimonte, se reunieron con concejales de la oposición donde plantearon que los afectados pertenecen a sectores del hospital, tránsito, seguridad, emergencias médicas y administración, entre otros.
Después, Duré y Calvimonte pidieron hablar con Tagliaferro pero se tuvieron que conformar con un encuentro con el secretario de Gobierno Matías Palotti, el subsecretario de Economía y Finanzas Jorge Burgos, la subsecretaria de Higiene Urbana, Judith Windecker y la coordinadora de Recursos Humanos, Marina Cejas. Hoy lunes las partes volvieron a verse las caras y desde el Ejecutivo plantearon la intención de resolver el conflicto a fines de esta semana.
