La Matanza: bajó sus persianas la fábrica Belcar y 72 trabajadores quedaron en la calle

La planta de tintas y barnices cerró tras 70 años de historia. Los empleados resisten en las instalaciones y luchan por seguir trabajando.

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Cerró otra fábrica más en La Matanza. Este viernes se conoció que Belcar, empresa de pinturas, tintas, barnices y adhesivos bajó sus persianas tras 70 años de historia. Pero el fin de la firma se gestó el 5 de julio pasado, cuando 72 trabajadores fueron notificados verbalmente que ya no iban a tener que concurrir más a la planta ubicada en Arieta 3882, de San Justo.

Nicolas Chaile, uno de los trabajadores despedidos, expresó que desde el día que les avisaron del cierre tomaron la decisión de mantenerse en alerta dentro de la fábrica. En declaraciones televisivas, contó que siguen “sin tener ninguna explicación de la patronal” y que les adeudan sueldos y el aguinaldo. “Es una situación muy difícil, son 72 compañeros despedidos dentro de los cuales hay familias”, expresó.

La patronal aún no respondió a las últimas convocatorias a las audiencias por parte del Ministerio de Trabajo. La siguiente será el miércoles a las 9 de la mañana. Según Chaile, “las ventas no habían caído, pero sí empezó a haber un vaciamiento en materia prima. Había muchas ordenes de producción pero que no se podían hacer”. En el último tiempo estaban produciendo 80 mil toneladas de tinta, algo reducido para una planta que llegó a producir más de 200 mil.

“Tenemos el acompañamiento de los compañeros del sindicato, del municipio y de otros gremios. Nos mantenemos con acciones dentro de la empresa para lograr la continuidad”, contó Chaile. Esta semana puede haber novedades, pero en consonancia con el contexto actual será una tarea compleja revertir la situación.

Hace dos años, una tragedia sacudía a la fábrica Belcar

El 25 de octubre del 2017, a las 6.30 de la mañana, se produjo una fuerte explosión que desató un incendio en la fábrica ubicada en la calle Matheu 2410, la otra sede que tenía Belcar. Antonio Salas, uno de los trabajadores, sufrió quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo y tras quince días de luchar por su vida falleció. Desde entonces, la empresa quedó funcionado en la planta de Arieta: la que ahora es noticia por haber cerrado sus puertas.

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