Hurlingham: Secuestran 100 botellas de vodka truchas y buscan establecer el circuito negro de comercialización

La maniobra fue advertida por dos policías que notaron la actitud sospechosa de un automovilista. 

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Dos agentes de la policía bonaerense interceptaron e incautaron unas 100 botellas de vodka truchas que estaban a punto de ser comercializadas en Hurlingham. Un sospechoso fue demorado. El caso quedó a cargo del Juzgado de Faltas 2 de Hurlingham y por lo que pudo saber No Ficción, las actuaciones pasarán a la justicia ordinaria para que se investigue el circuito de la maniobra.

Todo se inició de casualidad, cuando los oficiales ayudantes, Lucas Gabriel Pérez de la Comisaría Cuarta y Gonzalo Simoni de la Estación Departamental Hurlingham, circulaban en un patrullero por Ernesto Plass, entre Kiernan y Caruhé, en la localidad de Villa Tesei, donde notaron la actitud sospechosa del conductor de un Volkswagen Bora negro que tenía las balizas puestas.

Entonces, los uniformados descendieron del móvil y le dieron la voz de alto. Al acercarse al Bora, los agentes descubrieron en el asiento trasero varias cajas con botellas que al revisarlas se dieron cuenta que simulaban ser originales de la marca de vodka Absolut. En el baúl había más cajas.

En el momento de la requisa, se sumaron otros dos policías de la Comisaría Tercera de Hurligham que circulaban en un auto particular y justo pasaban por el lugar. En total, contabilizaron 100 botellas de vodka, todas presuntamente de la marca mencionada.

De inmediato, el auto, la mercadería y el sospechoso fueron trasladados a la Comisaría Cuarta, donde el involucrado fue identificado como Jonathan Nicolás Ruiz, quien reconoció que no tenía los remitos de las botellas ni la habilitación del REBA; además, aseguró que era revendedor y que justo en ese momento estaba haciendo una entrega.

El caso quedó a cargo del Juzgado de Faltas N° 2 de Hurlingham, al mando de Xavier López. Fuentes con acceso al expediente indicaron a este medio que las actuaciones pasarían a la justicia ordinaria por la posible comisión de los delitos contemplados en los Artículos 200 y 201 del Código Penal, que estipula castigar a aquellas personas que atentan contra contra la salud pública, como por ejemplo “envenenar o adulterar aguas potables o alimentos o medicinas”. Las penas de prisión prevista es de hasta 10 años de cárcel.

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