La época invernal golpeó con fuerza a las escuelas bonaerenses que afrontan una grave crisis edilicia. Los reclamos por la falta de calefacción es el común denominador de las manifestaciones que, en los últimos días, protagonizaron estudiantes de varios puntos del Conurbano.
Uno de esos casos tuvo lugar en Hurlingham, donde un grupo nutrido de alumnos se acercó a las puertas del Consejo Escolar para pedir el arreglo de redes de gas, para poder asistir a clases en condiciones dignas. Se trata de obras que dependen de la Provincia, a través de la Dirección General de Cultura y Educación, de quien todavía no tuvieron respuestas.
Ante esta situación, el municipio decidió entregar estufas eléctricas en esas instituciones educativas, que se suman a las 500 de gas que ya se habían repartido. “En la actualidad, unas 15 escuelas siguen con problemas de calefacción. En la mayoría, son colegios que la provincia le ha cortado el servicio de gas”, precisó el presidente del Consejo Escolar, Jorge Verón.
En ese sentido, explicó que tras la protesta, los estudiantes fueron recibidos y se tomó nota de cada una de sus denuncias. “Como una forma de buscar soluciones también estamos implementando trabajos a través de cooperativas, porque la prioridad la tienen los chicos”, contó.
Lo que dejó la tragedia
Luego de las muertes en la Primaria Nº49 de Moreno, se había programado una partida de dinero para reparar las escuelas provinciales, lo que contemplaba la reparación de los techos, el sistema eléctrico y las estufas. En ese marco, los consejos escolares armaron un informe y, en el caso de Hurlingham, se presupuestó 68 millones de pesos.
Sin embargo, las autoridades luego informaron que era imposible pagar ese monto en el corto plazo, por lo que luego solicitaron un ajuste sobre ese pedido y que sólo se tenga en cuenta lo más prioritario. De esa manera, según contó Verón, el monto se redujo a 36 millones.
Finalmente, anunciaron que el documento estaba aprobada, pero solo se iba a entregar 9,2 millones, algo que todavía no se concretó. “La Dirección General de Escuelas no tenía y no tiene en cuenta estas situaciones de mantenimiento, que son propias de este servicio y que les estalló justamente por la falta de inversión”, concluyó.
