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La familia de un joven de 22 años que murió tras ser atropellado por un colectivo en González Catán asegura que el transporte dobló el rojo y que misteriosamente desaparecieron las imágenes de cámaras de seguridad.
Carlos Felipe Burgos recibió graves heridas al ser arrollado, el 13 de diciembre pasado cerca de las 19, por un colectivo de la Línea 216 en Juan Bautista Lasalle y Martínez, de esa localidad del partido de La Matanza. El joven murió tres días más tarde tras agonizar en un hospital de la zona.
Un testigo afirmó que pudo observar como el colectivo pasó en rojo y al doblar en una esquina atropelló a Burgos, quien tenía dos hijos. A la familia le llama la atención que la empresa de transporte no se hace cargo del hecho y que ninguna cámara emplazada en el sitio lo haya registrado.
Una hermana del joven atropellado, Ayelén Burgos, dijo que en el momento del hecho la ambulancia tardó unos 40 minutos y que ningún policía se acercó a tomar declaraciones.
“Tenemos un abogado que está pidiendo las cámaras y parece que están todas borradas. Pareciera que la empresa se encargó de borrar todo”, sostuvo en declaraciones al sitio El1Digital.
“Pedimos que la empresa se haga cargo. Él tiene dos hijos, uno de un año y una nena de tres, y necesitan sus cosas. Él les estaba haciendo su casa a los chicos y ahora quedó en la nada”, expresó la mujer.
“La policía nos dice que tenemos que esperar, que ellos ya hicieron todo lo que podían hacer, y así. Nos boludean”, se quejó.
