En Tres de Febrero, árbitros le sacan amarilla a quien no cumple con el protocolo

Son estudiantes y profesores de la Escuela de Árbitros del distrito, invitados por la municipalidad.

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Suena el silbato, el árbitro se apura para sacar la tarjeta amarilla del bolsillo, mientras corre hacia la posición del infractor. Amarilla. ¿Una mano? ¿Una patada alevosa? No, un barbijo mal puesto o un estornudo fuera del pliegue del codo. A la hora de concientizar sobre el coronavirus, todo vale. Al menos, así se lo entiende en Tres de Febrero, donde los árbitros te sacan amarilla, si no cumplís con los protocolos.

“Es una forma divertida de concientización a nuestros vecinos sobre los cuidados sanitarios para prevenir contagios”, apuntó Diego Valenzuela, intendente del partido. “Sabemos que es un momento difícil en el que quizás la situación psicoemocional de las personas no sea la mejor, pero queremos ayudar con todo lo que esté a nuestro alcance para sacar una sonrisa a grandes y chicos”, planteó el jefe comunal.

Así las cosas, estudiantes y profesores de la Escuela de Árbitros de Tres de Febrero, una de las más emblemáticas del país, se sumaron a la recorrida que hace por los barrios el equipo de la Municipalidad, con el fin de hacer respetar las normas de prevención. Además, entregan alcohol en gel, barbijos y jabón blanco a los vecinos.

En concreto, los árbitros tocan el silbato o les sacan tarjeta amarilla a quienes no cumplen las distintas medidas preventivas como utilizar el tapabocas de manera correcta o el no tocarse la cara. También les marcaron la distancia social recomendada contando los 3 pasos (1,5 metros) como si se tratara de una barrera en un tiro libre. No se aclaró desde el distrito si el vecino puede pedir la intervención del VAR, en caso de un estornudo poco claro.

Son estudiantes y profesores de la Escuela de Árbitros del distrito, invitados por la municipalidad.

Valenzuela concluyó: “Esto lo hacemos en el espacio público, en los centros comerciales, donde es hora de pensar en una nueva libertad, basada en la responsabilidad social que demandan los nuevos tiempos y que esté condicionada a la evolución sanitaria y al cumplimiento de ciertas pautas sanitarias, por parte de la comunidad”.

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