El comunicado de la UNSAM sobre el 8M en el que hace alusión a la violación grupal en Palermo

"Ante lo aberrante: más formación, más universidad”, expresaron desde la casa de estudios de San Martín.

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La Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) emitió un comunicado en el marco del 8 de Marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora donde volvió a hacer alusión al caso de la violación grupal en Palermo ya que dos de los imputados son estudiantes de esa institución y fueron suspendidos.

En un texto titulado “Ante lo aberrante: más formación, más universidad”, la Secretaria Académica de la UNSAM, Alejandra De Gatica, en nombre de la casa de estudios, reconoció: “un hecho que nos estremece el cuerpo había sido ejecutado por integrantes de nuestra comunidad. La angustia e indignación se duplicaban. Luego, vino la necesidad de pensar y tomar decisiones en medio de esa mezcla de sentimientos. ¿Qué indica nuestra normativa? ¿Qué debemos decir? ¿Qué debemos hacer?”.

Vale recordar que la UNSAM tomó la decisión de suspender a Lautaro Dante Ciongo Pasotti, estudiante de Arquitectura, y a Ignacio Retondo, que cursa la carrera de Relaciones Internacionales, ya que están siendo investigados por el abuso sexual en Palermo. La sanción generó polémica, ya que la Universidad de San Martín es reconocida por su formación a condenados en cárceles, pero en este caso optó por dejar fuera de cursada a los alumnos imputados (algo que de hecho ya se iba concretar, ya que no pueden ir a la universidad por estar detenidos).

Por ahí fuimos encontrando una salida, en esa posibilidad de tomar el guante, de corrernos del mecanismo de distanciamiento para animarnos a sentirnos responsables”, expresa el comunicado publicado hoy, y continúa en tono reflexivo: “¿Pero responsables de qué? Claramente, no de cada acción de los integrantes de nuestra comunidad. Sin embargo, quienes llevamos adelante la tarea de formación en la UNSAM podemos aspirar a que cualquiera que haya transitado por nuestras aulas sea una persona incapaz de cometer algunos hechos”.

Y concluye: “debemos ir más allá de la indignación y entender que somos portadores de herramientas poderosas que nos permiten modificar las maneras de concebir al mundo y a les otres: el conocimiento y la formación”.

El comunicado completo de la UNSAM por el 8M y la violación grupal en Palermo

Ante lo aberrante: más formación, más universidad
Introducción por Alejandra De Gatica | Secretaria Académica – UNSAM

Una irrupción de mensajes en día feriado denotaba las primeras emociones que el hecho aberrante estaba produciendo. Un hecho que nos estremece el cuerpo había sido ejecutado por integrantes de nuestra comunidad. La angustia e indignación se duplicaban. Luego, vino la necesidad de pensar y tomar decisiones en medio de esa mezcla de sentimientos. ¿Qué indica nuestra normativa? ¿Qué debemos decir? ¿Qué debemos hacer?

Pasados los primeros momentos, pudimos comenzar a dar lugar a la reflexión. Los mensajes entre colegas continuaban, por supuesto, pero ahora en búsqueda de reflexionar con otres: “Te soy sincera, yo me siento interpelada”. Por ahí fuimos encontrando una salida, en esa posibilidad de tomar el guante, de corrernos del mecanismo de distanciamiento para animarnos a sentirnos responsables.

¿Pero responsables de qué? Claramente, no de cada acción de los integrantes de nuestra comunidad. Sin embargo, quienes llevamos adelante la tarea de formación en la UNSAM (docentes, autoridades, investigadores), podemos aspirar a que cualquiera que haya transitado por nuestras aulas, se haya relacionado con nuestres docentes, haya participado de las diversas propuestas de enseñanza que ofrecemos, sea una persona incapaz de cometer algunos hechos. ¿O debemos quitar del horizonte de nuestra tarea educativa esa ambición? Si así fuera, tomaríamos la decisión de renunciar a la potencia transformadora inherente a la acción educativa, aceptaríamos que nuestra tarea como formadorxs, cuanto menos, tendría poco sentido. De ser así, desconoceríamos que formar es un acto político y nos entregaríamos, dócilmente, a lo establecido.

Ante la sensación de inexorabilidad que la repetición de estos hechos nos ocasiona, debemos ir más allá de la indignación y entender que somos portadores de herramientas poderosas que nos permiten modificar las maneras de concebir al mundo y a les otres: el conocimiento y la formación. Enseñar y aprender cualquier conocimiento teórico – técnico debería en sí mismo favorecer la revisión, la interpelación de lo que se presenta como natural. La desigualdad, las asimetrías, la dominación no son externalidades que se nos imponen como un virus pandémico. Somos cada une de nosotres, consecuencias de un entramado social, quienes producimos injusticias y desigualdades, dominaciones y subalternidades.

Como formadores tenemos la responsabilidad de la reflexión permanente sobre para qué, a quién y cómo formamos y, fundamentalmente, de asumir la potencia transformadora del conocimiento y la enseñanza.

En esta nota se habla de: