El aumento del transporte en 2018: ¿cómo impactó en los bolsillos del Oeste?

En el año de los tarifazos, cuánto aumentó el trasporte público y cómo lo sintieron los vecinos de la región.

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Tres de cada diez pasajeros del conurbano consideró que era imposible afrontar con sus ingresos el boleto de transporte público en diciembre. Lo alarmante es que las cifras, aportadas por el Monitor del Clima Social (MCS) del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) y analizadas por No Ficción Web, son previas al aumento de tarifas anunciadas para el primer trimestre del 2019.

De acuerdo a un relevamiento realizado por este medio, en el primer y segundo cordón del conurbano, el 28,5% de los encuestados reconoció que era imposible afrontar el costo del boleto con sus ingresos, mientras que el 41% consideró que era caro. Por otra parte, el 21,5% respondió que el precio le parecía el correcto y sólo un 4,5% manifestó que aún era barato. El restante 4,5% dijo no tener una opinión al respecto.

Si sumamos a los que les resulta imposible afrontar el costo y los que sostienen que es caro, resulta que casi el 70% de los pasajeros sufre a la hora de pasar la Sube. El correlato de este clima social se encuentra en la evolución del precio de cada una de las líneas de transporte público que surcan el Oeste del conurbano, donde el Tren Sarmiento aumentó un 118,7% (arrancó a $4 en enero 2018 y finaliza a $8,75), la línea Urquiza se encareció en un 161% (pasó de $2,20 a $5,75) y el Belgrano Sur tuvo un incremento del 175% (comenzó el año a $2 y cierra a $5,50).

Subas similares se registraron en el colectivo: durante todo el 2018 aumentó un 116%, ya que en enero el pasaje mínimo costaba $6 y ahora $13. Llegar desde el oeste del a un trabajo en el centro porteño se volvió un dolor de bolsillo. De hecho, los datos del MCS de septiembre, previo al aumento de octubre ya daban cuenta del problema: 19,12% de los pasajeros consideró imposible pagar el costo del viaje y el 41,71% creía que era caro. Mientras que el 26,21% sostenía que el precio era el correcto y un 9,47 aseguraba que aún era barato.

Actualemte, a los usuarios de zona oeste llegar a su trabajo en el microcentro puede llegar a costarle hasta más de $60 por día: Por ejemplo, un vecino de Gregorio de Laferrere, en La Matanza, que debe llegar a la estación del ferrocarril de su ciudad ($13 el mínimo), tomar un semirrapido hasta un punto de trasbordo ($14,45 con el descuento por segundo viaje) y de ahí el subte hasta su trabajo ($3,35 por la bonificación del tercer viaje y por hacer más de 31 viajes al mes), suma un total de $30,80 sólo en la ida.

Desde la segunda quincena de enero de 2019 vuelven a aumentar los transportes, con subas escalonadas que se completarán en el primer trimestre del año. Los tarifazos vienen cuando, se sabe, son pocos los gremios que acuerdan paritarias. La situación de cara a un año electoral se vislumbra preocupante para los que aún mantienen sus puestos de trabajo y la inflación seguirá en aumento.

“Afecta derechos básicos”

“El 2018 termina con una pérdida generalizada de ingreso real, jubilados, trabajadores formales e informales, comerciantes,  cuentapropistas han perdido entre 10 y 20% contra la inflación” dijo a No Ficción el titular del CEM, Matías Barrotaveña. El académico explicó que “en el caso del transporte  se pierde de vista que es un servicio escencial para trasladarse al trabajo, el hospital, la escuela o la universidad. Este aumento afecta el ejercicio de otros derechos básicos como educación y salud”.

Y en referencia a la región, Barrotaveña detalló: “en el oeste del conurbano y en particular en el segundo cordón la situación económica, laboral y social se ha deteriorado por encima del promedio del AMBA. En ese marco los aumentos del transporte complican más a quienes deben buscar un trabajo producto del crecimiento del desempleo por la caída de la industria”.



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