De San Martín a Japón, una desarrolladora argentina cuenta cómo empezar en robótica

Fue la primera persona que dio una charla de diversidad en la conferencia de robótica RosCon, en Kyoto. En nuestro país esta roboticista de 35 años enseña a jóvenes de escuelas técnicas cómo iniciarse en el área a través de la experiencia Roboteam. 

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Hay algo que hace especial a la robótica, la aplicación: el hecho de que una persona pueda ver su desarrollo materializado en un movimiento o en una rotación. “Es poder construir, crear, innovar, explorar costados creativos”.

Las declaraciones pertenecen a Belén Torres, roboticista argentina, docente de robótica para infancias y adolescentes, y oradora de una de las conferencias más importantes del área: la “RosCon“, que tuvo su última edición en Japón.

Belén tiene 35 años y nació en la ciudad de San Martín, provincia de Buenos Aires. Desde chica le “fascinaba” ver a su hermano con la caja de herramientas y el uniforme de la escuela técnica: “Me gustaba observarlo como alguien que iba a crear cosas”, describió a TélamConfiar. Por eso quiso ir a una secundaria industrial y así empezó a familiarizarse con el área técnica, hasta que llegó a la UTN donde estudió ingeniería electrónica. 

Hoy no solo trabaja en la empresa de robótica Ekumen sino que además se dedica a la docencia y es mentora de jóvenes que quieren iniciarse en esta carrera. ¿Cuál es su consejo básico para empezar?

“La robótica es compleja, entonces ¿qué pasaría si se crea un kit de desarrollo a partir del cual las personas puedan especializarse en ciertos campos? Y aplicar ese marco de trabajo (framework) para crear robots”. Para eso, se ideó ROS (Robot Operating System). Es un framework de desarrollo de software de código abierto para aplicaciones de robótica, que está disponible para cualquier persona. 

ROS te dice: “No reinventes la rueda, creá algo nuevo y hacelo mejor y más rápido basándote en ROS”, explicó Belén.

Por un lado, este kit tiene una “wiki”, que se llama WikiRos, donde hay tutoriales sobre cómo empezar en robótica, desde lo más simple hasta tareas más complejas. Se puede trabajar con un paquete ya desarrollado o crear uno propio.

Además, tiene una plataforma que se llama ROS Discourse, disponible en inglés y en español, donde personas de todo el mundo hacen posteos y cuentan qué están desarrollando, dónde tienen trabas o comparten resultados. “Es una comunidad que se va ayudando”. 

“Para empezar en robótica es importante tener una base de ingeniería o estudiar software/hardware. Ayuda especializarse en algún lenguaje de programación, que puede ser C++ o Python, y también matemática, álgebra, pero no es limitante. Podés entrar por el lado del software, aunque también se puede aprender desde adentro”.

Belen trabaja en la empresa de robótica Ekumen. Tambien se dedica a la docencia y es mentora de jóvenes que quieren iniciarse en esta carrera.

La “RosCon”: una conferencia de robótica en el Lejano Oriente

Hay una comunidad muy grande de ROS en todo el mundo y tiene su propio congreso que se llama RosCon, el cual va teniendo ediciones en diferentes partes del mundo y en 2022 fue en Kyoto, Japón.

“Donde trabajo me impulsaron a postularme y pensé qué tema me podía interpelar para dar una charla. Elegí “La diversidad en los equipos de trabajo”. Es decir, “cómo hacer para identificar las brechas de género en robótica y cómo hacer más diversos nuestros equipos, porque al “perdernos esta diversidad en la mirada estamos perdiendo soluciones al mundo”.

“Me postulé sin esperanzas. Estaba muy convencida de mi idea, pero no de que me iban a seleccionar. Es un congreso muy duro, de ingeniería y se postula gente de todo el mundo. Solo seleccionaron al 33% de las charlas enviadas”.

Para su disertación, Belén investigó y trabajó todos los fines de semana. “Hasta que finalmente me dijeron que había quedado seleccionada, pero tenía solo diez minutos para la charla. Había un montón de información que quería decir y tenía que concentrarla; fui viendo qué era lo más importante y me ayudaron mucho en la empresa donde trabajo”.

Lo que hizo fue trabajar en el discurso, en lo que quería transmitir y en lo que quería que el público se llevara. Trató de buscar un “efecto multiplicador”, con la idea era impactar en las comunidades de los distintos lugares del mundo y logró muy buenos resultados. 

“Hace poco me escribió por Linkedin una chica de Barcelona que había visto mi charla y me dijo que estaba tratando de impulsar esa diversidad en su comunidad. Ella es roboticista, trabaja con ROS en una universidad, y me contó que están armando encuentros para reunirse y pensar distintas estrategias”.

Belén destacó la posibilidad de que se haya abierto esa puerta en el congreso, porque en diez años nunca habían dado una charla de diversidad. “Eso me hacía pensar en que no me iban a seleccionar, pero a la vez me impulsaba”.

Desde la RosCon también tienen Becas de Diversidad, a través de las cuales benefician a diferentes personas alrededor del mundo para que puedan asistir y participar del congreso, generalmente grupos subrepresentados. 

“Fue muy importante haber podido participar y ver tecnología de última generación, y a la gente creando. También vi a otras oradoras mujeres y eso me inspiró un montón”. 

Para su disertación, Belén investigó y trabajó todos los fines de semana.

Robótica para niñas, niños y adolescentes

Además de su trabajo, Belén se desempeña como docente en una escuela técnica y en un programa que se llama Roboteam. Esta experiencia es gratuita para las personas que participan, y allí se plantean desafíos de robótica, tecnología e ingeniería para cerrar la brecha digital y de género.

“En la escuela estoy en una materia que se llama innovación tecnológica en tercer año y se trabaja interdisciplinariamente. Por un lado, hay dos profesores que son de lenguajes tecnológicos y dan toda la parte de modelado, croquis, diseño 3D. Por otro lado, con otro docente trabajamos sistemas tecnológicos: circuitos eléctricos, electrónica, programación y robótica”.

En la cursada, las y los chicos desarrollan diversos proyectos y en 2022 hicieron una lámpara inteligente con motores y sensores. “Tuvieron que comenzar investigando los componentes y las especificaciones técnicas hasta poder materializarlo el producto, construir el croquis y el diseño, maquetarlo, soldar los componentes electrónicos y luego exponerlo en la feria técnica”.

Por otro lado, se desempeña como instructora en la experiencia Roboteam, donde enseñan robótica a chicos y chicas. Son varias clases a partir de las cuales quienes participan van desarrollando un mínimo producto viable con un kit de robótica de Arduino.

Son alrededor de 45 participantes de toda la Argentina, a quienes se les envía el kit y se trabaja con ellos las clases de robótica y de diferentes habilidades de complemento a lo técnico.

“Sé que cuando a los chicos les llega el kit, la noche anterior no duermen porque están muy entusiasmados y pendientes del timbre. Incluso no quieren que se terminen las clases cuando va concluyendo el programa”.  En 2023 se abre de nuevo la convocatoria para esta experiencia y pueden participar chicos y chicas de toda la Argentina

Fuente: Por Melisa Avalio, para Télam
Fotos: Camila Godoy

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