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Los tres detenidos por el crimen del martillero Mariano Alberto Martino, de 59 años, encontrado el jueves pasado asesinado y atado de pies y manos dentro del baño de una vivienda en la localidad de William Morris, en el partido de Hurlingham, se negaron a declarar y seguirán presos. De la misma manera, los investigadores están detrás de los pasos de un cuarto sospechoso.
Los tres jóvenes apresados fueron formalmente imputados por el delito de “homicidio agravado”. Se trata de Iván Meza, de 23 años; Gonzalo Santiago Albornoz, de 18; y Brenda Belén Escalante, de 25; quienes fueron asistidos por un defensor oficial.
Los sospechosos quedaron alojados en una sede policial de Moreno y si bien están a disposición de la UFI 1 de Moreno-General Rodríguez, en las próximas horas la causa pasaría al Departamento Judicial de Morón, en cuya jurisdicción fue encontrado el cadáver. En ese caso, intervendrá el titular de la UFI 5 Claudio Oviedo.
No Ficción pudo saber que hay otro hombre en la mira que aún no pudo ser localizado, aunque ya fue identificado y cuenta con orden de captura. Ventricelli espera para las próximas horas resultados de distintas pericias para avanzar en la investigación y dilucidar cuál fue el móvil del asesinato.
Este cuarto sospechoso está vinculado al Honda CRV gris oscuro que acompañó el recorrido del Peugeot 206 de la víctima aquel jueves por la mañana, cuando el vehículo fue descartado en Moreno, presuntamente luego del crimen.
El asesinato fue descubierto cerca de las 19.30 del jueves en una casa en alquiler situada en las calles Delfor Díaz y Villegas, donde se encontró a la víctima golpeada y atada de pies y manos con precintos plásticos. El hombre era dueño de «Martino Propiedades», una inmobiliaria ubicada en avenida Vergara 3896, de reconocida trayectoria en la zona de Hurlingham.
Según pudieron reconstruir los investigadores, a las 7 de la mañana de ese mismo día, Martino salió de su vivienda en su auto Peugeot 206 gris y le comentó a su esposa que iba a mostrar una propiedad a una pareja.
Durante las horas siguientes, la familia del martillero se preocupó porque no podía comunicarse con él, y su esposa fue quien, a través de una aplicación, logró geolocalizar el teléfono celular de su marido en Villa Trujui, partido de Moreno.
La mujer se dirigió a ese lugar y encontró el auto del martillero en el cruce de las calles Junín y Quilmes, a la vera del río Reconquista, con las pertenencias de su esposo en su interior, entre ellas la billetera, unas llaves y un reloj.
Los Bomberos Voluntarios de Moreno encontraron luego en la orilla del río el teléfono celular de la víctima, ya que no estaba dentro del auto pero seguía geoposicionado en ese sitio.
La mujer llamó al 911 y se dirigió a la Comisaría Segunda de Moreno para formalizar la denuncia por averiguación de paradero, por lo que la causa quedó en manos del fiscal Ventricelli.
Con ayuda de la familia, el fiscal pudo desbloquear y acceder al contenido del celular del martillero, en el que se encontraron mensajes de una conversación entre él y los presuntos clientes con los que debía encontrarse esa mañana.
Además, a partir de testimonios y del relevamiento de cámaras de seguridad, se pudo determinar que pasadas las 9.30, el auto de Martino circuló conducido por otra persona por la autopista del Buen Ayre desde Hurlingham hacia el lugar donde luego fue encontrado, acompañado de una motocicleta.
Con todos estos elementos, los investigadores pudieron establecer que la vivienda de las calles Delfor Díaz y Villegas de William Morris era la que el martillero había ido a mostrar a unos clientes y en la cual, al ingresar, hallaron el cadáver en el baño.
En imágenes de cámaras de seguridad, algunas de las cuales fueron aportadas por el municipio de Hurlingham, se pudo observar que Martino llegó en su auto a las 7.41, que a las 7.53 se encontró con la pareja e ingresó a la vivienda y que un minuto más tarde entró a la propiedad otro hombre que llegó solo.
Segundos después, la mujer abandonó la casa y a las 9.28, los dos hombres se fueron del lugar sin el martillero, a bordo del Peugeot 206 de la víctima y de un Honda CRV gris oscuro.
