Tras la detección de un trabajador con COVID-19, la situación en el supermercado Walmart de San Justo está lejos de resolverse. Tal como informó No Ficción, el fin de semana se dio a conocer el caso y ayer, tanto la empresa como desde el principal gremio que opera en la sucursal de la multinacional, el Sindicato de Empleados de Comercio de la Zona Oeste (SEOCA), elevaron la tensión.
Por un lado, la empresa informó a través de sus redes sociales que hoy volvería a abrir las puertas de manera normal “luego de haber realizado una fumigación profunda y tras las inspecciones previstas por las autoridades sanitarias”.
Pero eso no ocurrió. Es que ayer, el SEOCA había advertido a través de un comunicado firmado por el secretario general del gremio, Julio Rubén Ledesma, que los trabajadores que habían tenido contacto con el empleado infectado debían permanecer aislados por dos semanas, “tal como lo establecen los protocolos sanitarios de acuerdo a las recomendaciones e instrucciones que imparta la autoridad sanitaria competente dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, y colaborar con dichas autoridades para el monitoreo de ese grupo”.
“De persistir esta actitud indiferente hacia la salud de nuestros compañeros, nos veremos obligados a realizar las denuncias pertinentes ante los organismos correspondientes (Ministerios de Salud y Trabajo de Nación y Provincia, Municipio de La Matanza). De ser necesario, también estamos absolutamente decididos a tomar medidas de fuerza para impedir este avasallamiento de derechos”, puntualizaron desde el sindicato.
Finalmente, la sucursal de Camino de Cintura y Ruta 3, hoy abrió las puertas pero solo para entregar pedidos atrasados. Los empleados, clave para el funcionamiento del lugar, no se presentaron en sus puestos de trabajo.
