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La Cooperativa Aceitera La Matanza se convirtió este viernes en la primera empresa recuperada del conurbano bonaerense en obtener la declaración de adecuación ambiental por parte de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), lo que significa que dejó de ser considerada un agente contaminante.
Para quienes no la conocen, la Aceitera está ubicada en Av. San Martín 5.840, en La Tablada. La cooperativa emplea a más de 90 trabajadores, es una de las principales proveedoras de Molinos Cañuelas; una de las empresas líderes en producción de alimentos, y hasta tiene su propia línea de aceite que comercializa en el interior del país.
La Acumar había declarado a la empresa como agente contaminante en el año 2010, cuando todavía era propiedad de Agroindustrias Madero SA y no había quebrado ni dejado a sus trabajadores en la calle. Eso ocurrió el 14 de julio de 2016, pero un año después con mucho esfuerzo se constituyeron en cooperativa.
Sin embargo, las condiciones eran peores, por lo que la fábrica fue clausurada unas semanas a principios del 2018. Ya en 2019, con la llegada de la gestión de Martín Sabbatella al Acumar, los cooperativistas iniciaron un plan de adecuación que tuvo casi cuatro años de pruebas ambientales, de capacitaciones y refacciones, hasta que finalmente se hizo realidad.
Por eso hoy, a través de la disposición 125 de Acumar se dio por «cumplido el Plan de Adecuación presentado por la firma» y se ordenó: «exclúyase del registro de Agentes Contaminantes al establecimiento«. Así, la Cooperativa Aceitera La Matanza se convierte no solo en un ejemplo de resistencia laboral, sino también un caso testigo de que una empresa manejada por sus propios trabajadores puede cumplir con los estándares ambientales.