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La Justicia de Morón condenó a 12 años de prisión a un joven por el asesinato del repartidor Facundo David Hambra ocurrido en enero de 2021 en Ituzaingó.
La sentencia dictada este jueves por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 de Morón, integrado por los jueces Claudio Chaminade, Mariana Maldonado y Juan Carlos Uboldi recayó sobre Alexander Leonel Urbano, de 23 años, conocido como «Carucha«.
Urbano fue encontrado culpable del delito de “homicidio agravado simple por uso de arma de fuego”.
En tanto, un segundo joven que había llegado como acusado, Jorge Paniagua, conocido como «Pichón«, fue absuelto tras no encontrarse pruebas de que haya actuado como cómplice del asesino.
Tanto Urbano como Paniagua habían llegado al juicio acusados del delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego, homicidio agravado criminis causa y tenencia ilegal y uso de arma de fuego”, delito que iba a merecer la pena perpetua.
Durante el juicio, Urbano confesó la autoría del asesinato, aunque aseguró que no le robó nada a la víctima y que no conocía a Paniagua.
A Facundo Hambra, quien tenía 22 años en el momento de ser asesinado, sólo le faltaba su teléfono celular en el momento de ser encontrado gravemente herido.
Según la madre del joven asesinado, se descubrió que el aparato finalmente había sido robado por un compañero de trabajo de su hijo, conocido como «El Venezolano», en el momento en el que era cargado en una ambulancia.
“El ataque no está vinculado a un robo y no sabemos que pasó. Ahora hay que buscar al otro autor del crimen de mi hijo”, sostuvo la mujer.
El crimen se produjo el 18 de enero de 2021 en Madeyro, entre Alvear y Laprida, de Ituzaingó, cuando Hambra estaba por entregar un pedido y fue abordado por dos hombres, uno de los cuales le disparó sin mediar palabra. Los asesinos escaparon sin robar nada.
El joven fue llevado al Hospital de Haedo con una herida de bala en la cabeza y murió luego de varios días, y de que fuera trasladado al Sanatorio Güemes, del barrio porteño de Palermo.
Una de las sospechas es que el joven fue atacado en el marco de una venganza por haber participado con otros repartidores de un escrache contra un domicilio de Castelar Sur para recuperar una moto robada.