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El juicio por la muerte de Tahiel Contreras, el niño de seis años que murió atropellado por uno de los autos que presuntamente corrían una picada en Gregorio de Laferrere, en 2020, se iniciará el próximo lunes en instalaciones de la Universidad Nacional de La Matanza, en San Justo.
El juicio contará con dos audiencias a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 4 de La Matanza y tendrá como acusados a Nahuel Agustín Olivera, un radiólogo de 24 años, y Alexis Leonel Escribanti, un panadero de 26. Los dos llegaron al juicio detenidos e imputados por el delito de “homicidio simple con dolo eventual, prueba ilegal de velocidad y lesiones leves reiteradas”, por lo que de ser hallados culpables podrían recibir entre ocho y 25 años de prisión.
El trágico hecho se produjo el 13 de septiembre de 2020 cuando con los padres del nene, Noelia Díaz y Luciano Contreras, aprovechando que habían sido morigeradas las restricciones sanitarias por el coronavirus, se dirigieron a tomar un helado.
En el momento en el que esperaban cruzar la ruta 21 a la altura de Soldado Sosa tanto el niño como el padre fueron arrollados por un Volkswagen Fox conducido por una mujer, la cual perdió el control luego que su auto fuera chocado en su parte trasera.
Según pudo reconstruirse posteriormente, el Fox fue impactado por el Volkswagen Vento que conducía Escribanti, quien aparentemente corría una “picada” con Olivera, el cual estaba al volante de un Chevrolet Corsa. El padre sufrió una herida en la pierna y Tahiel murió en el instante.
Mientras Escribanti escapó del lugar y fue detenido posteriormente, Olivera permaneció en el lugar en estado de shock.
En una audiencia, Olivera confesó que había conocido a Escribanti en un sitio en el que se corre picadas situado en Esteban Echeverría, aunque aseguró que esa tarde se dirigían a ese sitio y no corrían picadas en la ruta 21. No obstante, existen cámaras de seguridad que registran a ambos autos circulando a gran velocidad.
“Ellos salieron a matar. Esperamos que se haga justicia, que tengan la pena que se merecen, que aunque sea después de tanto sufrimiento tengamos un pequeño alivio en nuestro corazones rotos. Nada nos va a devolver a Tahiel. Queremos perpetua”, expresó la madre del nene en declaraciones publicadas por Infobae.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) solicitó a la Justicia ser aceptada como “Amicus Curiae”, y desde entonces colaboró poniendo recursos técnicos a disposición de la Fiscalía que llevó adelante la investigación, mientras que también facultada para solicitar diversas medidas de prueba.
La ANSV impulsa en el Congreso la conocida como Ley Tahiel que decreta la figura penal del “homicidio vial” con penas más duras para los responsables de delitos de tránsito, equiparándola a la de “homicidio simple”, que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión para quien provoque una muerte corriendo picadas ilegales.
La iniciativa también contempla otros aspectos, como darse a la fuga o no intentar socorrer a la víctima, conducir bajo los efectos de estupefacientes o alcohol, exceder los límites de velocidad permitida, conducir sin la correspondiente habilitación o violar las reglas de tránsito, entre otros.
