Cayó el último prófugo de la “Banda de la Cuarentena” que secuestraba a empresarios en zona oeste

Se trata de Maximiliano Javier Frechero, quien junto a otros cinco cómplices, está acusado de haber extorsionado a por lo menos cinco comerciantes y de haber cobrado botines millonarios.

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Maximiliano Javier Frechero cayó preso en las últimas horas en Merlo, donde los agentes de la Policía Federal lo buscaban para completar así, las detenciones de todos los integrantes de la denominada “Banda de la Cuarentena”, acusada de cometer en plena pandemia al menos cinco secuestros extorsivos en zona oeste.

Según pudo saber No Ficción, el sospechoso intentó darse a la fuga por lo que la detención terminó por producirse en la casa lindera a la suya. Los investigadores llegaron hasta allí gracias a tareas encubiertas y escuchas telefónicas. En el allanamiento, la división Antisecuestros de la Federal secuestró armas, más de doscientas municiones 9mm, algunas de ellas con teflón, chaleco antibalas, gran cantidad dinero en efectivo, un automóvil con patente cambiada y documentación de otra persona con la foto del imputado.

El procedimiento estuvo a cargo de Claudio Galdi, de la Secretaría N° 7 del Juzgado Federal N° 2 de Morón, cuyo titular es el juez Jorge Rodríguez; y de la Fiscalía Federal de Hurlingham al mando de Santiago Marquevich.

De acuerdo a las fuentes consultadas, Frechero está imputado de “haber tomado parte, en calidad de coautor, en una asociación ilícita junto a otros cinco imputados actualmente detenidos” a quienes se les atribuye “haber intervenido en distintos secuestros extorsivos donde resultaron víctimas Bonino, Arena, Maestro, Leiro y Villegas, agravado en su escala punitiva por haberse cobrado el rescate exigido y porque participaron del hecho más de tres personas, y robo agravado por haberse cometido con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no ha sido acreditada, en poblado y en banda”. En total, son seis hechos.

El caso

“La Banda de la Cuarentena” está acusada de haber participado entre marzo y agosto de 2020 de al menos cinco secuestros extorsivos, en los cuales se alzaron de un botín millonario. En marzo de aquel año, este grupo comando capturó a un empresario que circulaba en un Mini Cooper por Haedo, partido de Morón. Una hora y media más tarde, su socio pagó un rescate de unos 6400 dólares y 3000 pesos en Ramos Mejía, La Matanza, y fue liberado.

El 7 mayo, otro hombre, esta vez en Ituzaingó, fue secuestrado y también estuvo cerca de una hora y media cautivo, hasta que finalmente fue liberado sin que se efectuara el pago del rescate, a pesar de que los delincuentes habían exigido 500.000 pesos para soltarlo en una primera llamada extorsiva.

El 19 de mayo, en Ituzaingó la banda tuvo mejor suerte y cobró un botín de 7000 dólares y 40.000 pesos por el secuestro de un hombre que había sido interceptado mientras circulaba en su camioneta Jeep Compass. Tras permanecer una hora cautivo, la esposa de la víctima pagó el rescate en las inmediaciones del estadio de Deportivo Morón y fue liberado.

El 24 de junio, la banda atrapó a un empresario de San Justo. El hecho ocurrió en Ramos Mejía, La Matanza, cuando el hombre se movilizaba en su Toyota Hilux. El secuestro duró casi dos horas y media y la víctima fue liberada luego de que su padre pagara 1.300.000 pesos.

El último de los secuestros que se le achaca a la banda, ocurrió en la mañana del 11 de agosto, cuando la víctima circulaba en su Audi Q5. El hombre fue interceptado cuando bajó de la autopista del Oeste a la altura de Brandsen, en Ituzaingó. Su esposa pagó un rescate de 160.000 pesos y 30.000 dólares y poco después fue liberado.

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