En la provincia se reforzaron los controles para la prevención y detección de los casos sospechosos de viruela símica. Esto tras confirmar dos casos en territorio bonaerense. El primero corresponde a una persona domiciliada en La Matanza, con antecedente de viaje y con síntomas desde junio. El otro es de un vecino de Berazategui, que tuvo contacto con un viajero y comenzó con síntomas en julio. Según reportó el Ministerio de Salud provincial, ambos están en buen estado de salud.
Alejandro Collia, Secretario de Salud del Municipio de La Matanza, explicó que en el distrito existe un protocolo y que lo principal es poder aislar al paciente. “En general la enfermedad se controla pero, fundamentalmente, es importante aislar al paciente y poder tener una mayor efectividad en el control de la enfermedad”. En relación al vecino de La Matanza, Collia detalló que se encuentra en buen estado clínico, con las medidas habituales para tratar los síntomas, el confort y el aislamiento. Además de controlar a los convivientes y hacer un diagnóstico epidemiológico.
Lo que hay que saber de la Viruela del Mono
La viruela símica es una enfermedad infectocontagiosa. Se la detectó por primera vez en 1958 en Dinamarca, en monos destinados a la investigación. Recién en 1970 se informó el primer caso humano. Fue en un bebé de 9 meses en la República Democrática del Congo. Entre el 2022 y 2023 hubo un brote mundial causado por una cepa conocida como clado IIb.
Los síntomas de la viruela del mono son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, decaimiento, inflamación de los ganglios linfáticos, erupciones o sarpullidos en la piel, ampollas o costras. En general, las lesiones aparecen en la cara, manos y genitales. Los primeros indicios pueden aparecer a los 21 días de haber estado en contacto con el virus.
Su transmisión es por contacto directo con lesiones en la piel, las mucosas o con secreciones de la vía respiratoria. También a través de objetos contaminados como utensilios, sábanas, toallas. Mientras persisten los síntomas, sigue siendo contagiosa.
En este sentido, Collia consideró que “es importante que todo el sistema de salud de La Matanza esté sensibilizado en cuanto a estas circunstancias para poder hacer un diagnóstico lo más precoz posible”. A la vez, indicó que es “necesario tener una comunicación con la población, que sepa lo que debe hacer en caso de presentar síntomas. El tema de esta enfermedad es que tiene hasta 21 días de incubación y por eso hay que estar atentos”.
Según señaló Gabriela Piovano, infectóloga del Hospital Muñiz, la enfermedad no tiene transmisión aérea efectiva salvo a las personas que puedan estar en contacto con las secreciones de las lesiones que se hayan aerosolizado. “La primera manifestación es una mancha que se va haciendo dura. Después brotan los granos que son más gruesos que los de la varicela. Esos granos van evolucionando, se van estrechando y segregan líquido. Luego se hace una costra, se caen y ahí la persona deja de contagiar”.
A diferencia de la viruela humana, la tasa de letalidad es muy baja. Aun así, Piovano explicó que en las personas con inmunodeficiencia la enfermedad se puede generalizar o aparece una septicemia por la sobreinfección de esos granos. En ese caso, la viruela símica puede ser mortal. “Lo que vimos en Argentina fue personas que a partir del sexo oral tuvieron lesiones en la región respiratoria y digestiva. Cuando se hizo ese edema tan duro fue imposible ventilarlos y fallecieron”, explicó.
En caso de haber regresado en las últimas tres semanas de viaje o haber estado en contacto con alguien que haya estado de viaje y presentar síntomas, el Ministerio de Salud recomienda consultar al hospital más cercano. “El tema está generalmente relacionado con viajeros, así que los cuidados serían que las personas que vuelven de lugares como África y más si tuvieron relaciones sexuales ocasionales, tengan la amabilidad de quedarse 21 días encerrados que es lo máximo que puede tardar en aparecer las lesiones, explicó Piovano.